martes, 4 de octubre de 2011

ACCIDENTES EN LA ESCUELA PARTE 1



La Escuela es el lugar donde los niños pasan buena parte de su tiempo. Allí incorporan conocimientos y desarrollan habilidades, crecen en valores y socializan. Es un ámbito que los padres suelen considerar seguro, ya que el niño allí se encuentra al cuidado de sus maestros. Sin embargo, no son infrecuentes los accidentes en las escuelas.
El origen de estos accidentes es multicausal, interviniendo en su ocurrencia factores como el deterioro de la estructura edilicia o su inadecuado o escaso mantenimiento, la existencia de grupos supernumerarios que provoca que los maestros se encuentren desbordados por exceso de estudiantes en un aula, o el déficit de información del personal auxiliar encargado de la limpieza de estos locales o de su mantenimiento.
Por supuesto la conducta "arriesgada" de algunos niños es causante de accidentes, que pueden verse potenciados por la participación de más de un alumno en determinada acción "de riesgo", causando daños a los compañeros.
Si bien la Escuela es el lugar donde los niños habitualmente aprenden cómo prevenir accidentes, si los padres no han tenido una actitud de cuidado de la seguridad que hayan fomentado en sus hijos, esto se puede reflejar en la conducta del niño.
Por ello, la adecuada coordinación con los padres se hace imprescindible.
Tomar medidas para la adecuada prevención de los accidentes implica que todos quienes participan directa o indirectamente vinculados a la actividad escolar, se encuentren sensibilizados ante esta problemática.

Veamos cuáles son los espacios "peligrosos" en la Escuela y qué medidas se deben tomar para prevenir estos accidentes.
Tomaremos en cuenta la posibilidad de accidentes no sólo con los elementos que forman parte de la planta física, sino además con los materiales de uso habitual.

EL AULA

Muchas veces, los edificios escolares tienen sectores o elementos riesgosos que pueden causar lesiones a alumnos, docentes y personal auxiliar.
El maestro juega un papel fundamental en la detección precoz de situaciones de riesgo, así como en la programación de actividades educativas  que incluyan no solo a los niños, sino también al personal auxiliar y a los padres.

RIESGOS

Escalones para el ingreso a la Escuela o para la entrada al aula.
Pisos encerados o limpiados con productos siliconados.
Alfombras.
Puertas, ventanas de cristal y persianas exteriores con correa. 
Puertas de ingreso que abren hacia adentro: si un grupo numeroso de niños corren para salir del aula en caso de emergencia, quedarán atascados. Instalación eléctrica deficiente. Calefacción: Son especialmente riesgosas las estufas a gas o kerosén en ambientes cerrados, donde hay personas; al igual que los braseros, ya que pueden provocar intoxicaciones por los gases que desprenden. Las estufas eléctricas pueden provocar quemaduras al tocarlas, o incendios en contacto con material inflamable.
Los juegos violentos o imprudentes en el aula, por ejemplo tirar objetos o correr en el aula, pueden ocasionar lesiones graves. Los pupitres con asientos o tableros plegables pueden causar lesiones de manos al ser accionados.

PREVENCIÓN 

Pintar los umbrales y escalones con colores vivos para visualizarlos fácilmente.
No pasar cera ni productos siliconados a los pisos. En caso de poner alfombras, éstas deben ser antideslizantes y estar bien adheridas. Las puertas y ventanas deben estar provistas de cerramientos adecuados. Los cristales deben ser inastillables.
Si las puertas de acceso abren hacia adentro, se deben colocar bisagras de manera tal que la puerta abra hacia fuera.
Controlar que la instalación eléctrica funcione perfectamente.
Cubrir los enchufes y vigilar que estén provistos de conexiones a tierra.
Evitar cables colgantes y colocar interruptores automáticos.
Mantener las estufas en buen estado y ventilar las aulas al usarlas.
Colocar las estufas lejos de los niños o de productos inflamables.
Recordarle a los niños que no se debe correr en el aula ni realizar juegos violentos o imprudentes.
Para los más pequeños los pupitres no deben tener partes plegables. 

Al elegir muebles para el aula se debe tener en cuenta:


Cuanto más espacio libre dejemos para el movimiento de los niños, mejor. Las bibliotecas, mesas y escritorios que terminan en aristas o bordes filosos, deben cubrirse con protectores de goma o plástico, para evitar cortes o lastimaduras innecesarias.
Descartar los estantes, ya que pueden ser utilizados por los niños para treparse en busca de objetos altos.
Los armarios tendrán buena cerradura.
Es aconsejable no guardar elementos peligrosos dentro de ellos; en caso de
ser necesario colocarlos en la parte superior el armario, lejos del alcance de
los niños.
El botiquín debe guardarse en un lugar seguro y bajo llave.
Los frascos de medicamentos deben conservar su rótulo original, de esa forma evitaremos errores y en caso de ingestión podremos informar al médico de qué remedio se trata.
En el botiquín debemos dejar una tarjeta con los teléfonos de emergencia, para acceder en forma rápida a la atención médica en caso de ingestión accidental de alguna sustancia.
En lo posible no colocar cortinas. Si no pueden evitarse, procurar que sean cortas, que no sean de telas inflamables o tóxicas y mantenerlas lejos de las estufas.
En caso de tener plantas en el aula, controlar que no sean venenosas o tóxicas.


Conversar con los alumnos sobre los riesgos de: 

Jugar con elementos cortantes o punzantes.
Arrojar avioncitos de papel o útiles escolares, ya que pueden lastimar los ojos de un compañero.
Derramar líquidos o alimentos en el piso, ya que pueden provocar resbalones y caídas.
Correr o abrir puertas bruscamente, ya que pueden golpear a quien estuviera
del otro lado.


Es importante:

Tener planificada la evacuación en caso de incendio y contar con extinguidores en buen estado de funcionamiento, ubicados en lugares visibles.
La Escuela debe contar con un protocolo de actuación en caso de incendio. Los números de teléfono para resolver una emergencia deben estar colocados en un lugar visible, donde el personal tenga acceso rápido.
Los extinguidores deben ser chequeados periódicamente, y familiarizado con su uso tanto el personal docente como el personal auxiliar de limpieza, mantenimiento y cocina (si la hay)
Los elementos inflamables deben utilizarse con precaución y mantenerse alejados de los niños.
Una actividad educativa que puede favorecer el aprendizaje sobre la prevención de siniestros consiste en llevar a cabo una jornada de "simulacro", donde todos participen.
Es una de las formas más eficaces para que los niños incorporen hábitos de autocuidado de su seguridad, por aquéllo de: "lo se sólo se explica no se entiende tanto como lo que además puedo ver y practicar"
Los niños más grandes pueden incluso aprender el uso correcto del extintor, a la vez que todos comprenden cómo se debe salir de la Escuela en caso de emergencia.
Al inicio del año lectivo, todo niño que ingresa a la escuela debería aprender cómo debe salir de ella en caso de emergencia, de modo que estas actividades de enseñanza se deberían realizar en forma rutinaria.
Es habitual que en algunos lugares los Bomberos participen en la escuelas coordinando estas actividades, que son muy provechosas para los niños y el personal, y al ser especialistas en el tema pueden favorecer el abordaje de la prevención de incendios en una forma didáctica de gran utilidad.

(En una siguiente entrada veremos otras posibilidades de accidentes en la Escuela, ya que no los espacios "de peligro" no se limitan únicamente al aula.)