jueves, 6 de octubre de 2011

ACCIDENTES EN LA ESCUELA PARTE 3

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LA HORA DEL RECREO

Los recreos son uno de los momentos de mayor riesgo para los niños y de tensión para los docentes ya que muchas veces las escuelas no cumplen con los requisitos necesarios como para que ese momento de esparcimiento sea placentero y seguro.

RIESGOS A TENER EN CUENTA 

Las entradas y salidas al patio del recreo muchas veces son un momento de caos ya que los niños salen corriendo de los salones intentando llegar al patio cuanto antes.
Patio en mal estado (resbaladizo, de cemento rugoso, con baldosas levantadas, pozos sin tapar, etc.).
Un patio en estas condiciones puede generar caídas, golpes, ruptura de dientes, raspaduras, etc.
Patio muy chico para la cantidad de alumnos que tiene la escuela o recreos compartidos por niños de edades muy diferentes.
Esto se veía antes en las escuelas con mayor frecuencia, donde muchas veces compartían el patio los alumnos de primer año con los de noveno año. 
Patio con vidrios, columnas, canteros o macetas.
Niños corriendo o jugando a la pelota durante el recreo.
Niños que salen al recreo con objetos cortantes o contundentes.
Peleas o juegos violentos, ya que muchas veces se toma al recreo como momento de descarga.
Carencia de espacios cubiertos para los días de lluvia.
Los niños tienen por costumbre correr o caminar con chupetines o lápices en la boca y si llegaran a caer pueden clavarse estos elementos y/o lesionarse gravemente.

PREVENCIÓN

Partiendo de los riesgos mencionados anteriormente recordar: 

Controlar que los pasillos y puertas de acceso al patio sean amplios; en caso contrario elaborar acuerdos entre los maestros y los alumnos para que la salida sea ordenada y por turnos.
Dialogar con los niños para que la salida al recreo sea ordenada y sin violencia.
En la construcción de los patios utilizar materiales antideslizantes y superficies que no sean rugosas.
Controlar que no haya baldosas rotas o pozos destapados.
Organizar el recreo por turnos, es decir que no salgan todos los alumnos juntos, sino que lo hagan en diferentes horarios, para evitar la superpoblación del patio o que los más chicos tengan que compartir el espacio con los más grandes, ya que esta diferencia de tamaño suele causar accidentes donde los de los primeros años suelen sufrir lesiones de diferente consideración.
No es aconsejable que haya vidrios en el lugar donde se realizan los recreos. En caso de no poder modificar esto, se los debe cubrir con una malla metálica que impida que se rompan.
Si en la zona hay columnas deben ser cubiertas con colchonetas.
Las macetas o canteros deben ser quitados, ya que la prioridad es la seguridad de los niños.
Es conveniente determinar en qué espacios se puede correr o jugar a la pelota y en cuáles no.
Si no hay espacio para realizar esta distribución se debe dialogar con los niños, plantearles la situación y pensar entre todos alternativas de juegos seguros para el recreo. 
En caso de no tener un patio cubierto, es aconsejable que los días de lluvia los niños realicen el recreo en sus aulas.
Dialogar con los niños y con los padres para que no lleven objetos contundentes o cortantes a la escuela.
Es importante organizar entre los docentes la supervisión de los recreos. También se debe trabajar con los niños el tema de la violencia dentro de la escuela, destacar la importancia del diálogo y de la palabra para solucionar conflictos.
Se les debe enseñar a los niños los riesgos de movilizarse con elementos rígidos o semirrígidos en la boca.
Si desean comer un chupetín, que lo tengan en la boca mientras están sentados.