martes, 24 de julio de 2012

CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL NIÑO



CRECIMIENTO Y DESARROLLO EN EL NIÑO HASTA LOS 2 AÑOS




CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL NIÑO EN LOS PRIMEROS DOS AÑOS DE VIDA


En esta etapa se dan cambios complejos y de suma importancia en la maduración neuropsicológica y social. Es importante no solamente comprender que se trata de un proceso evolutivo, con pasos “hacia adelante”.

Se sabe que existen períodos críticos para el desarrollo de ciertas funciones neuropsicologicas, por lo que la ausencia de un estímulo concreto en un período crítico puede llevar a una alteración o incluso a la anulación de alguna de las funciones.

Este proceso no significa que todos los niños madurarán al mismo ritmo, pero implica que cualquier desviación que se detecte en un niño en estos aspectos, deba ser evaluada por un profesional, tomándose en cuenta todos los factores (familiares, sociales e individuales) que pudieran influir.

Cuando se cree que un niño experimenta un retraso o dificultad en su desarrollo psicomotor, o que se encuentra en riesgo de presentar estas alteraciones, debe investigarse la causa.


Es importante la detección precoz de estos problemas potenciales ya que estimular en forma temprana el desarrollo psicomotor permite compensar las deficiencias estructurales o funcionales del sistema nervioso de estos niños.


RESEÑA DE ASPECTOS NORMALES EN EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL NIÑO

A nivel físico existe un crecimiento rápido que ocurre desde el tercer trimestre de embarazo, y que luego se ralentiza en forma progresiva. El peso que tuvo el niño al nacer se recupera en las primeras dos semanas de vida aproximadamente, ya que en los primeros días de vida existe una pérdida de peso que es normal. El peso se llega a duplicar hacia los cinco meses.

En cambio, la talla no se duplica sino hasta los 3 a 4 años de vida. Durante el primer año el niño crece una media de 25 centímetros, para luego crecer aproximadamente 10 centímetros en cada uno de los dos siguientes años. Esto supone una velocidad de crecimiento que no volverá a repetirse en ninguna otra época de la vida a excepción del llamado “estirón” puberal.

Si bien existe una diversidad de factores que pueden influir en el retraso del crecimiento, la desnutrición es la causa más común, pues se estima que dos tercios de la población mundial está subnutrida.

Ello fundamenta la importancia de cumplir con las recomendaciones en cuanto a la alimentación apropiada del niño desde su nacimiento y de enseñar a mantener esa conducta durante toda su vida, porque no todos los niños se encuentran en estado de desnutrición por su baja condición socioeconómica, sino que existen niños que en apariencia “comen muy bien” pero que se encuentran en situación de malnutrición por no recibir una alimentación saludable que incorpore los nutrientes fundamentales en cantidades apropiadas.

El desarrollo del cerebro se debe en los primeros meses de vida al aumento en el numero de neuronas, hacia los seis meses lo que ocurre es el crecimiento de las neuronas en tamaño y la proliferación de los tejidos de sostén nervioso.

El perímetro craneano es un dato que debe medirse al menos en el primer año de vida, porque tanto una circunferencia de cráneo grande para la edad como una pequeña, son signos de alarma relativa con respecto a la maduración.

El desarrollo madurativo neuromotor se caracteriza porque las respuestas a los estímulos van desde los reflejos generalizados que movilizan a todo el cuerpo como los que se pueden observar en el recién nacido, hasta las acciones voluntarias y definidas de una zona corporal, que están bajo el control de la corteza cerebral.

Para describirlo en forma más o menos simple, podría decirse que este desarrollo progresa en dirección desde la cabeza hacia las extremidades inferiores y desde las zonas del centro del cuerpo hacia las zonas periféricas (manos y pies)

Un ejemplo de esta evolución es el control de los movimientos de los brazos antes que los de las piernas. Otro ejemplo es el progreso del lactante desde el juego con la mano y la boca hasta el juego del pie y la boca.

Por último se observa el desarrollo distal, que se manifiesta cuando el lactante ya es capaz de poder usar el dedo índice con intención de explorar las partes de un objeto (prensión de pinza fina)