"Drogas de síntesis" es el término científico para referirse a una serie de sustancias que, aunque existentes hace décadas, se popularizaron a finales del siglo XX bajo la equívoca denominación de “drogas de diseño”.
Se trata de sustancias producidas por síntesis química (sin componentes naturales, a diferencia con el hachís o el tabaco), en laboratorios clandestinos.
Generalmente se trata de compuestos anfetamínicos a los que se añade algún componente con efectos alucinógenos de potencia variable.
Se comercializan en forma de pastillas o comprimidos. Sobre su superficie se graban diversos dibujos que sirven como elemento de identificación.
En algunos casos se trata del redescubrimiento con fines recreativos de sustancias abandonadas por la investigación farmacéutica por sus efectos secundarios.
Es el caso del éxtasis, descubierto en 1912 por la industria farmacéutica mientras buscaba un fármaco inhibidor del apetito,y abandonada por sus efectos psicoactivos.
El éxtasis fue nuevamente investigado en la década de los cincuenta a la búsqueda de un fármaco que facilitara la desinhibición.
Posteriormente, en plena ebullición de los movimientos contraculturales y psicodélicos, fue objeto de experimentación por algunos psicólogos y psiquiatras norteamericanos que hipotetizaban su capacidad para levantar algunas de las represiones de sus pacientes.
La década de los ochenta conoce un cierto auge de ésta y otras sustancias con las que comparte parentesco químico. Aunque son varias las sustancias que entran en esta denominación, vamos a referirnos a la más usual, la conocida como éxtasis o MDMA. Junto con otras sustancias de la
misma familia química (Eva, píldora del amor, etc.), contribuyó a popularizar la química psicoactiva.
EFECTOS
Estados Unidos (Detroit, Chicago, etc.), Australia y Europa (Reino Unido, Holanda y Alemania en un primer momento, para extenderse después a prácticamente toda la Unión Europea), conocen desde mediados de los ochenta la irrupción del consumo de estas drogas que, con la entrada en el siglo XXI, parecen haber frenado su penetración, e incluso estar retrocediendo en algunos lugares.
Cada droga tiene su mitología. En el caso de las drogas de síntesis, durante años se divulgó la idea de que sus consumidores se abstenían del consumo de otras drogas, limitándose a acompañar sus pastillas con cantidades generosas de agua y música house.
Una conducta que pudo ser cierta en los primeros momentos de uso elitista, pero que desapareció a medida que el consumo de pastillas se popularizó. Investigaciones españolas y europeas muestran cómo los consumidores de estas drogas tienen un perfil psicoactivo alto, entendiendo por tal el
hábito de consumir de manera combinada diversas sustancias, además de las pastillas, entre las que alcohol, tabaco, y en no pocas ocasiones, cocaína, están presentes.
Dan lugar a una experiencia mixta entre la estimulación y la percepción alterada, por los que se las ha comparado con una mezcla de anfetaminas y un alucinógeno llamado mescalina. Al consumirse en forma de pastillas, su absorción por el aparato digestivo para ser distribuido al torrente sanguíneo, es más lenta que en el caso de otras vías de administración.
EFECTOS PSICOLÓGICOS
Cuando comenzó a derivarse al mercado negro, se planteó comercializarla con el nombre de empathy, finalmente desechado por cuestiones de mercadotecnia.
En todo caso, es una muestra de cuáles son sus principales efectos:
Sociabilidad
Empatía
Euforia
Sensación de autoestima aumentada
Desinhibición
Deseo sexual aumentado
RIESGOS
Confusión
Agobio
EFECTOS FISIOLÓGICOS
Los efectos más frecuentes de estas drogas son los siguientes:
Taquicardia, arritmia e hipertensión
Sequedad de boca
Sudoración
Contracción de la mandíbula
Temblores
Deshidratación
Aumento de la temperatura corporal (hipertermia)
Casi todas las drogas son presentadas en el momento de su
comercialización como compuestos completamente inofensivos, como ocurrió en el caso del tabaco. Tras un período de consumo, esta apariencia de inocuidad hay que matizarla para dar cabida a datos inicialmente inexistentes. Es también el caso del éxtasis, defendido por sus promotores como sustancia sin ningún tipo de riesgo.
La investigación, aún incipiente, permite presentar algunos riesgos a tener en cuenta:
EN EL PLANO PSICOLÓGICO
Los riesgos más severos en este campo son:
Crisis de ansiedad
Trastornos depresivos
Alteraciones psicóticas
EN EL PLANO ORGÁNICO
Riesgos asociados al consumo de éxtasis en los ambientes congestionados en los que a menudo tiene lugar, y bajo las condiciones de baile intenso a las que se asocia:
Aumento severo de la temperatura corporal (hipertermia maligna)
Arritmia
Convulsiones
Insuficiencia renal
Rabdomiólisis
Coagulopatía
Hemorragias, trombósis e infartos cerebrales
Insuficiencia hepática
Mientras no existieron investigaciones científicas, se trató de presentar el éxtasis como droga limpia e inocua. Sin embargo, los daños producidos en algunos consumidores, y los estudios realizados desde finales de los 90, revelan riesgos sobre la salud y específicamente sobre el sistema nervioso, de imprevisibles consecuencias.
Se investiga actualmente la capacidad del éxtasis para provocar en humanos la neurotoxicidad detectada en animales de laboratorio, existiendo evidencias respecto a su impacto negativo sobre la memoria.