sábado, 18 de junio de 2011

CUIDADOS DE LA SALUD DE LOS NIÑOS EN GUARDERÍAS


La guardería o escuela infantil, como institución encargada del cuidado de niños en edad preescolar, motiva polémicas en todos los sentidos y se opina desde cuál es su papel en la socialización del níño hasta el riesgo que supone para él por su exposición a gran cantidad de agentes infecciosos, en especial en los menores de un año de vida. Los Programas de salud y seguridad de estos centros tienen una función de promoción de salud mediante la atención de los niños, la exigencia de un calendario vacunal completo según la edad del niño que asiste a ellos y las recomendaciones que ofrecen a los padres. Referiré aquí acerca de infecciones que pueden transmitirse en la guardería y algunas recomendaciones de tipo higiénico-sanitario. Para los padres suele ser un verdadero desafío la elección de la guardería apropiada, no sólo porque el niño pasará allí quizás muchas horas sino por  el acto de entregar a alguien que no conocemos la responsabilidad de cuidar del niño. Por esa razón no solamente es importante conocer el prestigio de la institución, su trayectoria, o el grado de capacitación de su cuerpo de docentes especializados, sino conocer también como se instrumentan las rutinas de limpieza del local, y el grado de experiencia con que cuentan las personas que se encargan de estas tareas, ya que de la correcta higiene de estos establecimientos depende la salud de los niños.
INFECCIONES QUE SE PUEDEN TRANSMITIR EN UNA GUARDERÍA
Los mecanismos habituales de contagio son la transmisión fecal-oral y la transmisión por vía respiratoria. La transmisión fecal-oral se verifica directamente por contacto persona a persona, o indirectamente a través de las manos del personal, de los objetos, del ambiente y de los alimentos contaminados. Para prevenirlas, es aconsejable que el personal conozca como realizar una técnica correcta de lavado de manos, cada vez que trabaja con un niño con diarrea, luego de cambiar un pañal y antes de preparar los alimentos.
El mecanismo de contagio por vía respiratoria incluye los aerosoles y las gotitas que se producen al toser, hablar o estornudar, o el contacto directo de la mano con secreciones o los objetos contaminados. Los niños que no se encuentran correctamente vacunados no deberían poder asistir a la guardería. En tanto el personal que atiende a estos niños debe tambien  contar con su registro de inmunizaciones actualizado. Se aconseja no compartir los utensilios de higiene o los utilizados para comer entre los niños. Emplear material de un sólo uso y guantes cuando se presenten lesiones que sea necesario curar. Limpiar con lejía diluida al 10% las manchas de sangre.
RECOMENDACIONES HIGIÉNICO-SANITARIAS
Los objetos que se llevan a la boca se deben limpiar primero con agua jabonosa y luego someterlos a desinfección con lejía al 10 %. Se deben sumergir cuando esto es posible según el objeto y mantenerlos al menos 10 minutos para posteriormente enjuagarlos correctamente. Cuando se trate de objetos de gran tamaño en donde el niño apoya su boca, se limpian  con agua jabonosa y se desinfectan pasando
un paño que no deje pelusillas embebido en la solución desinfectante y manteniendo el objeto fuera del alcance del niño durante la desinfección.
Los juguetes deben ser seguros y en lo preferible individuales, manteniendo la limpieza y desinfección de los juguetes compartidos como se indicó arriba.
Al igual que en la casa, los medicamentos y los productos de limpieza en la guardería deben estar apartados de los niños. Con relación a los medicamentos se recomienda que sea una sola persona la encargada de planificar y hacer cumplir los horarios y las dosis que el niño podría necesitar. Esto disminuye la posibilidad de cometer errores de administración, siendo el más  frecuente la administración de un medicamento al niño incorrecto o "cruzar" medicaciones entre niños. Los padres han de participar activamente durante el tratamiento  farmacológico del niño cuando este deba continuarse en la guardería, y esto incluye desde la  entrega de información sobre la medicación, los efectos que podrían presentarse (siempre entregar los prospectos como guía o adjuntar una nota con los más frecuentes) hasta la verificacion si es necesario vía telefonica para tener seguridad de que fue administrada.
Debe comprobarse la temperatura del agua de baño y de los alimentos. Es necesario llevar un control de las dietas que reciben los niños, así como de la alimentación especial por diversas circunstancias.
No se puede dejar a un lactante solo mientras se cambia un pañal.
Las zonas donde se cambian pañales y donde se preparan alimentos deben estar físicamente separadas y es preciso ser escrupulosos en su higiene. Las superficies donde se cambian pañales no deben ser porosas para facilitar su limpieza, y deben tener una cubierta de un solo uso, (por ejemplo papel) A continuación del cambio de pañal debe retirarse este papel, desinfectarse la superficie y colocarse un nuevo papel. El personal debe estar entrenado en algunos aspectos como: primeros auxilios, signos de alarma, caracterísiticas de las enfermedades infecto-contagiosas más comunes en la infancia, prevención de accidentes y actuación en casos de emergencia.
Debe existir un botiquín de urgencia con el material necesario para curaciones mínimas y la medicación sintomática más habitual. Sin embargo tambien debe estar entrenado para no administrar medicación en forma indiscriminada, realizando las consultas oportunas tanto a los familiares como al médico previo a la administración de cualquier medicación, para lo cual debe revisar la ficha del niño y registrar en ésta cualquier acción referida a la administración siendo importante no sólo el registro de la misma, sino las  acciones que realizó en la oportunidad y a quienes notificó de la situación, registrando hora, respuesta recibida y firma. PARA FINALIZAR LE DIRÉ: HAY MUCHAS INSTITUCIONES EXCELENTES DONDE PUEDE DEJAR A SU HIJO CON CONFIANZA, PERO AL ELEGIRLA NO SE DETENGA SÓLO EN LOS COLORES LLAMATIVOS. ÉSOS CAUTIVARÁN A SU HIJO...PERO NO CUIDARÁN SU SALUD.