miércoles, 24 de agosto de 2011

LAS PREGUNTAS MÁS FRECUENTES SOBRE VACUNAS

http://corresaltaycuidate.blogspot.com


Estas son las preguntas que durante años, he recibido más frecuentemente acerca de las vacunas. He decidido compartirlas, ya que pienso reflejan las inquietudes de muchas mamás que aún siendo conscientes de la importancia que la vacunación de sus hijos tiene, no pueden evitar sentir temor y preocupación. El personal de salud debe ocuparse no sólo de llevar a cabo una vacunación eficiente, ya que ésta es eficiente no sólo cuando se aplica correctamente una técnica, sino cuando favorece al acceso de las personas a la información y les posibilita una experiencia de vacunación sin temores.

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¿QUÉ SON LAS VACUNAS?


Una vacuna es un preparado de antígenos que una vez introducido en el organismo provoca la producción de anticuerpos y con ello una respuesta de defensa ante microorganismos patógenos. 

Esta respuesta genera, en la mayoría de los casos, cierta memoria inmunitaria produciendo inmunidad transitoria frente al ataque patógeno correspondiente. Esto significa que cada vacuna va a ejercer una protección que es específica para el germen que provoca la enfermedad contra la que se está vacunando.  

Las vacunas contienen antígenos que causan enfermedades.

Sin embargo, los antígenos en las vacunas están debilitados o muertos.

Esto significa que no pueden producir los signos (señales) o síntomas de la enfermedad pero sí estimulan el sistema inmunitario para producir anticuerpos. Estos anticuerpos ayudan a protegerte si te expones a la enfermedad en un futuro.


¿A QUÉ SE LE LLAMA PATÓGENO?


Se entiende como patógeno a aquel germen que al introducirse en el organismo es capaz de causar enfermedad.

En el caso de las vacunas, este germen es introducido al organismo
en una ínfima proporción o bien atenuado en su capacidad de provocar
la enfermedad, (con esto se le resta virulencia y patogenicidad, o  sea "chance" de enfermarnos) pero el organismo lo reconoce y entonces puede desarrollar anticuerpos para combatirlo.

De esta forma, se crea una memoria inmunitaria y la siguiente vez que el organismo se enfrente al mismo germen, éste tendrá menos posibilidad de provocarnos la enfermedad.

¿QUE ES UN ANTÍGENO?

Un antígeno es una sustancia capaz de desencadenar en el organismo la formación de anticuerpos, y con ello una respuesta inmunitaria. 
Según este concepto todas las sustancias propias o ajenas a las que el organismo reacciona formando anticuerpos, son antígenos.

Al formarse un complejo denominado antígeno-anticuerpo, se verifica una respuesta de tipo inmunitario.

Cuando los gérmenes entran en el cuerpo el sistema inmunitario los reconoce como sustancias extrañas y estas se designan con el nombre de antígenos.
El sistema inmunitario luego produce la cantidad correcta de anticuerpos para combatir los antígenos.

Los antígenos comprenden una amplia variedad de sustancias, (por lo común son proteínas o polisacáridos).

Estas sustancias abarcan desde antígenos microbianos como fragmentos
de bacterias, virus, etc, hasta antígenos no microbianos, como por ejemplo
el polen, la clara de huevo,o las proteínas de órganos y tejidos trasplantados, o de glóbulos rojos trasfundidos.


¿QUÉ TIPOS DE VACUNA EXISTEN?


En la actualidad se cuenta con diferentes tipos de vacunas las cuales se han desarrollado con la finalidad de lograr inocuidad y efectividad a largo plazo.  Se dispone de unas cuantas que se deben aplicar a los niños y que son:
la DPT (difteria, tos ferina, tétanos), la de la poliomielitis, la del sarampión, la tuberculosis o BCG, la vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b,
la de la rubéola y la de las paperas, la vacuna antigripal, y contra la
Hepatitis A. Otras como las de neumococo y hepatitis B y varicela, se destina también a los niños.


Toxoides.- son exotoxinas bacterianas que mediante procedimientos químicos pierden su toxicidad conservando su antigenicidad, por ejemplo toxoide tetánico diftérico (Td).


Subunidades antigénicas.- obtenidas de microorganismos, como es el caso de los polisacáridos de neumococo y Haemophilus influenzae tipo b, o antígenos obtenidos por ingeniería genética como es el caso del antígeno recombinante de la hepatitis B.


Vacunas de microorganismos muertos.- obtenidas de microorganismos tratados por medios físicos o químicos en los que mueren sin perder antigenicidad, por ejemplo la vacuna Salk, que es la vacuna contra la poliomielitis en su presentación inyectable. 


Vacunas de microorganismos vivos atenuados elaboradas con microorganismos que han perdido su virulencia tras crecimiento prolongado en cultivos pero conservan su antigenicidad.


(Esto significa que se les resta su capacidad infectiva, disminuyendo su posibilidad de hacernos contraer la enfermedad, sin embargo, mantienen su capacidad de "desempeño" como antígenos, lo que implica que igualmente se generará el complejo antígeno-anticuerpo)

También existen vacunas combinadas que contienen antígenos de varios agentes infecciosos distintos que se aplican en una sola aplicación, como la triple viral, y vacunas conjugadas en las que se une o conjuga un antígeno polisacárido a un derivado proteico con el fin de incrementar su capacidad inmunogénica, como la vacuna conjugada contra el neumococo.


¿POR QUÉ DEBO VACUNAR A MI HIJO?


Al vacunar a tu hijo estás dando un paso muy importante en el cuidado de su salud, permitiéndole desarrollar unas defensas que lo ayudarán a disfrutar sus juegos y demás actividades sin enfermar. Se ha observado que la  convivencia de un niño vacunado, con niños no vacunados o vacunados en forma incorrecta, ayuda a estos últimos también a desarrollar protección contribuyendo a la disminución de los casos de la enfermedad en la comunidad.  


¿POR QUÉ VACUNAR E INMUNIZAR SON TÉRMINOS DIFERENTES SI SUENA A LO MISMO?


Muchas veces el Personal de Salud utiliza "vacunar" e "inmunizar" como sinónimos, y así lo trasmitimos al usuario.

No tenemos la costumbre de decir: "Hoy inmunizaremos a Juancito"

Si tomamos en cuenta que la técnica que se aplica en la vacunación inyectable no difiere mayormente de la aplicación de cualquier otro fármaco por esa vía, vemos que cualquier persona que domine esta técnica puede vacunar.

Sin embargo, no todas las personas que aplican una vacuna tienen un conocimiento que les permita inmunizar , y esto es así porque inmunizar implica conocer las vacunas, su conservación correcta, el número de dosis que requiere cada individuo según su edad, y los intervalos de tiempo a respetar entre cada dosis para permitir que se genere respuesta inmune.

Eso sólo puede hacerlo el Auxiliar de Enfermería especializado en Vacunación, que cuenta con una formación específica para esta tarea.
Podría decirse que "vacunar, vacuna cualquiera, inmunizar no"


¿LAS VACUNAS SON SEGURAS?


Las vacunas existentes en el mercado son obtenidas por los países para sus Programas de Inmunizaciones, siendo previamente aprobadas para su uso por la Organización Mundial de la Salud.
Luego cada Ministerio de Salud realiza una revisión que es sistemática, y evalúa la eficacia de la aplicación de su Programa, investigando por ejemplo acerca de la efectividad de las vacunas que se administran a la población, entre muchos aspectos.
Se asume que previo a su comercialización, estos preparados biológicos han cumplido con estándares estrictos de control de su calidad.  
Sin embargo existe la posibilidad, aunque ínfima en porcentajes, de tener reacciones adversas a una determinada vacuna, o cabe la posibilidad de que una vacuna aprobada genere al cabo de años unas determinadas reacciones que hagan imperativo que se la retire del mercado.
Dichas reacciones fueron imposibles de detectar en los ensayos clínicos que se aplicaron para asegurar su calidad.

Hasta la fecha no existe una estadística que demuestre que una vacuna ha causado un daño severo a un número muy importante de personas.

Las vacunas por lo general son bastante seguras. La protección que proporcionan las vacunas supera ampliamente el riesgo tan pequeño de que éstas ocasionen problemas graves.
Y en especial, las vacunas han hecho que en la actualidad sea rara la aparición de muchas enfermedades graves de la niñez.

Por supuesto existen algunos detractores de la Vacunación, en lo personal considero que hacen un uso de los datos estadísticos que procura confundir a la población acerca de las vacunas, no presentándolos en su totalidad y retaceando información.

Son algunas personas que utilizan un evento en apariencia atribuible
al uso de una determinada vacuna, para luego generalizarlo y
representar al todo, generando alarma y desconcierto.


¿CÓMO SÉ SI MI HIJO RECIBE LA VACUNA INDICADA?


El carné o cartilla de vacunación es el registro detallado de las vacunas que el niño debe recibir, de modo que aunque el niño fuese vacunado por diferentes vacunadores en cada oportunidad actúa como un mapa de ruta que permite al Vacunador identificar las vacunas que debe administrar según la edad.

Habitualmente, las cartillas o carnés traen, impreso al dorso, las vacunas que debe recibir según su edad, lo cual es útil a las madres para recordar qué vacunas debe recibir.

Se puede observar allí cuáles dosis son las que deben completarse, y lo más importante es que si ocurrieron eventos que imposibilitaron la
vacunación en fecha, pueden hacerse las correcciones necesarias
para ajustar la realidad de las vacunas del niño al "debe ser" que indican las normas e intervalos de dosis para cada vacuna.

Por otra parte existen notificaciones periódicas anuales acerca de los cambios en la administración de las vacunas, que se ponen al alcance de los vacunadores como guía por parte de las autoridades encargadas de la puesta en marcha de los Programas en cada país.


¿CUALES SON LAS REACCIONES ADVERSAS MÁS FRECUENTES QUE MI HIJO PODRÍA PRESENTAR?


Las reacciones más frecuentes son algo de dolor o sensibilidad en la zona de punción, puede tener inflamación o fiebre.


¿QUE DEBO HACER SI MI HIJO TIENE UNA REACCIÓN ADVERSA LUEGO DE VACUNARSE?


Se resuelven administrándole el analgésico o antifebril que tenga indicado habitualmente por el pediatra, o sea, el que suele usar para calmar la fiebre o el dolor del niño.

También ayudan las medidas físicas, esto es, aplicar un paño humedecido en agua fría o usar hielo que deberá envolver en un paño ya que el hielo colocado sin protección quema la zona.

Dar un baño a temperatura ligeramente más baja que la corporal, permitiendo que el niño permanezca en el agua mientras ésta se enfría, ayudará a disminuir la fiebre. Pasados tres días de la vacunación si la fiebre persiste a pesar de las medidas, debe consultar al pediatra.


¿EN QUÉ SITUACIONES NO DEBERÍA VACUNAR A MI HIJO?


Se puede vacunar a un niño aunque tenga tos, catarro, diarrea leve, brotes, etc.
Pero es preferible posponerla cuando tiene fiebre, porque ello presupone la existencia de alguna enfermedad aguda que luego podría ser atribuida falsamente a la vacuna. 
En todo caso, la decisión de no vacunarlo en un momento dado debe ser tomada exclusivamente por el médico.
Es conveniente, si tu hijo está enfermo en fecha que debe vacunarse, que notifiques al pediatra para que te informe cuándo debe hacerlo.

En algunas situaciones especiales los niños no deben vacunarse.
Por ejemplo, algunas vacunas no deben ser administradas a niños que tienen ciertos tipos de cáncer o ciertas enfermedades, o que están tomando medicamentos que disminuyen la capacidad corporal para resistir una infección.

Si tu niño ha tenido una reacción grave a la primera inyección de una serie de vacunas, el pediatra probablemente hablará contigo sobre las ventajas y las desventajas de ponerle a él o a ella el resto de las inyecciones de la serie de vacunas.

Recuerda que si llegara a ocurrir, tienes derecho a recibir toda la información que te permita decidir.


¿POR QUE LO "PINCHAN" TANTAS VECES? ¿NO SERÍA MEJOR MEZCLAR LAS VACUNAS Y "PINCHARLO" SOLO UNA VEZ?


En virtud de la diferencia que existe en los componentes de cada vacuna, las mismas no pueden mezclarse.
Además se han investigado las vías de administración de tal forma que algunas se absorben mejor en el tejido muscular, otras en el tejido subcutáneo etc.
De modo que si se mezclaran esto podría afectar la absorción apropiada de las vacunas, disminuyendo su eficacia y podría pasar que los efectos adversos relacionados a la punción sean más importantes.
Sin embargo, las vacunas pueden administrarse simultáneamente
en una sola instancia de vacunación, siempre y cuando se apliquen en diferentes sitios y como se dijo, no se mezclen en la misma jeringa.


¿CÓMO SE CONSERVAN EN EL PUESTO DE VACUNACIÓN LAS VACUNAS QUE NOS DARÁN?


Las vacunas se manipulan, trasladan, distribuyen y administran manteniendo
estrictos controles de "cadena de frío".
Una actividad muy importante dentro de las tareas cotidianas del Vacunador consiste precisamente en asegurar la conservación y correcto estado de las vacunas que administra.
Se deben mantener entre 2 y 8 grados, y prácticamente ninguna de ellas pueden congelarse.
El Vacunador verifica la temperatura diariamente en varias oportunidades tanto en la nevera, como en la conservadora desde donde las administra.
Es habitual que las autoridades que se encargan de ejecutar los Programas de Inmunizaciones visiten a los vacunadores para inspeccionar el estado de conservación apropiado de las vacunas.


¿CUANDO ESTÁ MI HIJO CORRECTAMENTE VACUNADO?


Tú hijo estará correctamente vacunado si recibe todas las dosis de las vacunas que requiere según su edad y si fueron respetados los intervalos de tiempo entre cada dosis. 
Para el Vacunador estará correctamente vacunado si presenta el carné o cartilla sin tachaduras o enmiendas, si encuentra que las dosis fueron administradas en tiempo y forma, y si el carné presenta el sello del Programa de Inmunizaciones y la firma de la persona que lo vacunó previamente.


¿POR QUÉ ES BUENO QUE TENGA UNA COPIA DEL CARNÉ DE VACUNAS SI LUEGO NO LO TOMAN COMO VÁLIDO?


El carné de vacunas del niño es un documento y como tal no puede reemplazarse. Sin embargo, contar con una copia te ayudará ya que si accidentalmente lo pierdes en tu casa, es la copia lo que te servirá para recordar que tu hijo debe vacunarse en determinado momento.
Si aplicamos la normativa al pie de la letra, una persona que presenta una copia del carné y no el original, debería considerarse no vacunada.
Pero es posible que el Vacunador, al observar en la copia que el niño recibió siempre todas las vacunas que corresponde, aplique su propio criterio y entonces confeccione un nuevo carné.
La elección de dicho criterio dependerá en buena medida de lo que
se observe en la copia que tú presentas.
También es conveniente que cuando sales con el niño, si no tienes a mano
el original, lleves la copia.


¿PUEDE CONTRAER MI HIJO UNA ENFERMEDAD AL MOMENTO DE VACUNARSE?


Lamentablemente sí, podría contraer una infección si la zona de punción no se limpiara en forma apropiada previo a la administración de la vacuna, o si el material utilizado se compartiera y no fuese descartable.
Afortunadamente, los vacunadores cuentan con un grado de capacitación por el cual no cometen ese tipo de error, y además se prevé dentro de los Programas que haya disposición suficiente de material. Dentro de las prácticas habituales de los vacunadores, el lavado de manos antes y después de administrar vacunas a las personas, es una medida fundamental para evitar la trasmisión de infecciones.


¿COMO ELEGIR UN VACUNADOR "DE CONFIANZA" PARA MI HIJO?


Un aspecto importante es la capacitación de ese Auxiliar de Enfermería por la cual se convierte en Auxiliar de Enfermería Vacunador.

Se trata, como se señaló, de una capacitación y entrenamiento específico para el desempeño y la aplicación apropiada de los Programas vigentes de Inmunizaciones en su país de residencia.

Luego existen signos más sutiles, pero que no pasan desapercibidos a quienes estamos acostumbrados a visualizar las tareas que realizan

En lo personal me impresiona positivamente un Vacunador cuando no lleva alhajas en las manos (que son reservorio de gérmenes) al igual que su pulcritud, o sea el cabello recogido en  el caso de  las  mujeres, la barba recortada prolijamente en el caso de los hombres, las uñas cortas y el uniforme limpio.

No ha dejado material que utilizó  sobre la mesada ni vacunas ya preparadas fuera de la conservadora, exponiéndolas fuera del frío.

Examina y estudia el carné del niño verificando que las dosis anteriores se hayan administrado en forma correcta, y no sale corriendo a preparar vacunas hasta que no lo revisa bien.

Se lava las manos antes de preparar las vacunas.

Pero en especial es aquél capaz de crear un lazo de empatía con la madre y su hijo, teniendo la preocupación de informar a la madre sabiendo que  al brindar información disminuye  sus temores, y es capaz de hablar cariñosamente al niño brindandole su afecto para que se sienta más seguro.

Asimismo es accesible para que podamos hacerle preguntas, no haciendo monopolio de la información para abusar de una supuesta autoridad.

Informa verbalmente a la madre qué vacunas administrará, se las señala
en el carné para facilitar su comprensión, y le dice cuándo debe volver.

Verifica que completó correctamente todos los datos del carné antes de entregarlo, informando a la madre las posibles reacciones que se pueden presentar y la forma de resolverlas.

Luego existen detalles técnicos, pero los más comunes que todos podemos observar son los ya señalados.

Durante los años que he acudido a los puestos de vacunación, una forma en la que conocí la habilidad del Vacunador, fue comprobar que muchas mamás que llevaban a sus niños a vacunar, habían recibido de esas mismas personas sus vacunas en la infancia.

No debe existir entonces, mayor satisfacción que la de vacunar a generaciones de niños ni prueba mas clara de idoneidad. Si alguien pudo generarte siendo niño la confianza suficiente para que con los años lleves a tus hijos, sin duda es un Vacunador excelente.



MI HIJO NO QUIERE SABER DE VACUNARSE: ¿QUE PUEDO HACER PARA QUE NO TENGA MIEDO?


El grado de adaptación  a las prácticas relacionadas con la Salud que un niño puede lograr lo aprenderá en gran medida de lo que le trasmite su entorno cercano, y en esto el ejemplo también cuenta.

Si desde pequeños acostumbramos a los niños a tomar sopa bajo la amenaza de "si no la tomas, te enfermarás y van a pincharte" es natural que cuando llega el momento de vacunarlo ese niño esté atemorizado y lo viva con mucha tensión.

Además si nosotros los adultos trasmitimos nuestras propias vivencias de temor a los hijos,  aunque no siempre seamos conscientes,  el niño las incorporará como propias viviendo él mismo con dolor lo que los padres le transfieren.

La vacunación tal como tomar la sopa, debe constituirse en una actividad tan habitual para el niño, que no debería representar un hecho novedoso o a temer.

El vacunador eficiente también ayuda a que la vacunación no sea vivida por el niño como una agresión.

Y si a tí te duele el alma como mamá porque ves que lo "pinchan" y no puedes controlar esa emoción, intenta disimularlo y si sientes que no podrás, permite que otro familiar lo acompañe en ese momento.

Será lo mejor que puedes hacer ya que de otra forma su percepción del dolor será más intensa y se amplificará en las siguientes oportunidades que se vacune.

El personal de Salud y la familia deben actuar conjuntamente para que las experiencias relacionadas a la vacunación sean menos traumáticas para el niño.