QUE ES EL ESTRÉS Y CÓMO REDUCIRLO
Uno de los factores que más atenta contra el bienestar de las personas
en nuestras sociedades modernas (competitivas, aceleradas, convulsionadas)
es el estrés. Tanto que este sindrome, padecido en mayor o menor medida por un enorme porcentaje de la población de las ciudades, da la impresión de ser un "descubrimiento moderno".
Nuestros padres, se "preocupaban" o se "angustiaban" frente a los problemas, pero el hombre de hoy "sufre de estrés". Es más, incluso alguien puede padecer estrés sin presentar problemas personales de consideración.
El ambiente, los ruidos, el tránsito, la política, la dura competencia laboral, la agresión de las calles, la inseguridad, pueden provocar episodios de estrés en una persona. Y no solamente en un adulto: los niños también sufren de estrés.
Pero...¿Qué es el estrés y como protegernos?
El término stress o estrés tiene varios posibles orígenes, pero cualquiera de éstos sea (hay diversas opiniones en cuanto a su origen) todos están relacionados con situaciones de malestar, de aflicción o de presión psíquica.
En la actualidad, la palabra estrés ocupa un lugar preciso en el idioma, al punto que se trata de un término imposible de reemplazar por otro, o sea, no hay en el idioma un término que nos sea posible utilizar como sinónimo, y que a la vez represente una idea clara de lo que el término estrés significa.
El estrés es la respuesta física, mental y química a los estímulos exteriores que nos asustan, nos excitan, nos confunden, nos ponen en peligro o nos irritan. Estas reacciones preparan al hombre para la acción: luchar, huir, o simplemente tomar decisiones.
Es imposible ir por la vida sin estrés.
Tampoco a usted le gustará eso, ya que el estrés es lo que nos permite manejar los acontecimientos de la vida diaria, los desafíos que surgen en lo cotidiano y los conflictos que se presentan en forma extraordinaria.
Podriamos esquematizar este proceso de la siguiente forma:
EXIGENCIA RESPUESTA LUCHA
(Estímulo estresante) DEL ORGANISMO O
FUGA
Estas reacciones que preparan al individuo para enfrentar la alternativa de pelear o huir, están gobernadas por sustancias químicas producidas por nuestro propio organismo. (Hormonas del estrés)
Ante la menor evidencia de peligro, una zona de nuestro cerebro llamada hipotálamo, libera una sustancia que vigoriza la actividad muscular y, a su vez, induce la formación de ACTH (adrenocorticotrofina) por parte de la glándula hipófisis.
Luego, la ACTH estimula la producción por parte de las glándulas suprarrenales, de otra hormona, llamada cortisol. El cortisol entonces comienza a actuar a modo de "mensajero" advirtiendo a todo el organismo que debe prepararse para el estrés. En tanto esto sucede, otra parte del Sistema Nervioso, el sistema simpático, lo que hace es producir adrenalina,
y esta adrenalina actúa sobre el aparato cardiovascular, provocando la aceleración del latido cardíaco y la contracción de las arterias.
Esta es la causa por la que ante un susto o una emoción intensa, palidecemos y nuestro corazón parece "querer saltar del pecho".
También es la causa por la cual se dice tanto que el estrés en la vida de una persona es un factor de riesgo para la existencia de enfermedades de tipo cardiovascular.
Basta que esta "catarata" de eventos hormonales se repita con el tiempo y la frecuencia suficiente produciendo sus efectos a nivel cardíaco, teniendo oportunidad de incidir reiteradamente si vivimos en situaciones de estrés, y en especial si no aprendemos a controlarlo.
Naturalmente que los mecanismos puestos en juego por nuestro organismo para enfrentar las situaciones de estrés son mucho más complejos, pero lo expuesto es suficiente para poder comprender que las reacciones al estrés incluyen mecanismos tanto físicos como psíquicos, con un objetivo común: la adaptación a la nueva situación.
La respuesta al estrés empieza cuando un estímulo estresante (tensor) provoca una alarma en el cuerpo, es entonces que se movilizan las defensas y comienza la resistencia: esta dura o bien hasta que la resistencia termina o bien hasta que el organismo llega a un estado de agotamiento y, finalmente sufre un colapso. A esto se le llama Síndrome de adaptación general.
Esta secuencia prepara, como se dijo para pelear o huir, pero después de repetidas veces, la resistencia del organismo disminuye y comienzan a aparecer síntomas que pueden agruparse en: síntomas de preponderancia física y síntomas de preponderancia psíquica.
Lo veremos en este cuadro:
STRESS
SÍNTOMAS FÍSICOS SÍNTOMAS PSÍQUICOS
FATIGA CONFUSIÓN
HIPERTENSIÓN IRRITABILIDAD
INSOMNIO INDECISIÓN
MALESTARES DIGESTIVOS APATÍA
CAMBIOS EN LA TEMPERATURA DIFICULTADES SEXUALES
OBESIDAD INSEGURIDAD
En un próximo post podremos profundizar acerca de otras cuestiones vinculadas al estrés.
Haremos referencia a lo bueno y malo del estrés, conoceremos cuánto estrés es saludable, pero en especial veremos algunas recomendaciones para aprender como manejarlo y así mejorar nuestra calidad de vida.
Si bien es imposible vivir sin estrés, podemos hacer mucho para que este factor de riesgo disminuya de forma tal que no atente tanto contra nuestra salud.
