En el post anterior se hizo referencia al concepto de estrés, e intentamos esquematizar un proceso orgánico complejo por el cual el cuerpo se enfrenta a las diversas situaciones de la vida cotidiana, así como a circunstancias extraordinarias, preparándose para la lucha o la huída.
Continuamos hoy este tema, con la finalidad de aprender a reconocer cuando lo padecemos para intentar tomar medidas protectoras de nuestra salud física y mental.
LO BUENO Y LO MALO DEL ESTRÉS
En nuestra sociedad moderna vivir sin estrés parece imposible.
Y realmente lo es, porque el estrés forma parte de nuestra existencia cotidiana y, sin él, la vida se agotaría por falta de estímulos.
El estrés no es simplemente tensión nerviosa, ni es solo la influencia de acontecimientos negativos. No es tampoco exclusivamente un factor perjudicial.
Cuando la mayoría de las personas hablan de estrés, están calificando como tal a todo lo malo que ocurre, desde la hipertensión arterial hasta el cáncer, pasando por el mal humor o el insomnio. Tal es la reputación del estrés.
Sin embargo, el estrés también tiene sus aristas positivas.
Para quienes dan lo mejor de sí mismos sólo cuando deben trabajar bajo presión o venciendo obstáculos, el estrés se constituye en un verdadero factor de progreso.
Las dificultades pasan a ser consideradas, en estos casos, como desafíos para lograr los objetivos "a pesar de todo"
En realidad, el estrés por sí mismo no es ni bueno ni malo.
Lo que sí puede ser positivo o negativo, es el modo en que reaccionamos nosotros ante las situaciones generadoras de estrés.
La cantidad de factores estresantes a los que estamos sometidos también es importante.
Usaré el siguiente ejemplo: pensemos por un momento en el estrés como si fuese un fármaco, que en dosis pequeñas o moderadas nos resulta muy útil ya que tiene la propiedad de ponernos en actividad, sólo que a dosis mayores sencillamente nos desequilibra y ya no funcionamos bien.
En este sentido el estrés actúa como un condimento fuerte y picante: en dosis adecuadas realza el sabor de nuestra vida, pero si abunda demasiado puede terminar arruinando el gran plato de nuestra existencia, impidiéndonos disfrutar de los otros sabores que la vida tiene.
EL HOGAR: ¿REFUGIO U OJO DE LA TORMENTA?
En general, no nos gusta admitir que nuestra familia no es perfecta.
Es probable que todos busquemos perfección y encanto en nuestro hogar, pero la realidad puede ser también imperfecta.
Lo cierto es que la familia no constituye un centro permanente de gratificación puesto que también genera problemas, relacionados con el dinero, con el sexo, con la educación de los hijos y la falta de comunicación, entre otros.
Todo esto es, a su vez, causa de estrés. Sin embargo, son las propias imperfecciones del hogar las que ayudan a que los hijos aprendan a insertarse en un mundo también imperfecto y estresante.
EL ESTRÉS Y EL TRABAJO
Ya sabemos que existen trabajos más estresantes que otros.
El grado de estrés laboral del propietario de un vivero que pasa sus horas en contacto con la tierra cultivando flores, no será el mismo que el de un chofer de autobús, que debe cumplir ajustados horarios, debe estar atento al tránsito y tiene la responsabilidad de la seguridad de las personas a las que transporta.
En el mundo laboral actual el incesante desarrollo de tecnologías es un factor estresante de diversas maneras: para los gerentes, puede ser una bendición, para los trabajadores, una amenaza que puede resultar en la pérdida de su puesto de trabajo. Las reacciones en estos casos suelen oscilar desde la tranquilidad y la aceptación de la situación hasta inadaptación y enfermedad física y/o psíquica.
De la sobrecarga laboral y el rendimiento restringido provienen muchas causas de estrés. Este se evidencia facilmente en las reacciones del individuo, las cuales en parte son corporales, como el cansancio matutino, la tensión muscular, el agotamiento o la escasa capacidad de relajación; y en parte psíquicas, como las alteraciones en el patrón normal de sueño o la imposibilidad de desconectarse.
Por otra parte, el entorno social del trabajo también es estresante, de ahí la importancia de respetar los descansos y la recreación, separados de las horas de labor. Es muy útil además, como válvula de escape, seleccionar una actividad que nos agrade y desarrollarla: deportes, hobbyes, música etc.
¿CUANTO ESTRÉS ES SALUDABLE?
De seguro usted, como todos, tiene un nivel óptimo de estrés.
Este es el nivel en el cual puede responder en forma eficaz a las exigencias internas y externas, sin excesivo desgaste, con placer y buen grado de ajuste emocional. Este nivel es distinto en cada persona, como son distintas nuestras aptitudes físicas o emocionales, y como lo son nuestras relaciones con los demás o nuestros intereses.
Pero además de estos factores, el impacto del estrés en cada persona depende de la duración del estrés, de su intensidad y de la habilidad de cada uno para soportarlo y manejarlo.
Entonces perder el nivel óptimo de estrés y encontrarse en un nivel destructivo es, antes que nada, una cuestión de grado.
Le propongo que hagamos este simple ejercicio para conocer su nivel de estrés.
Este ejercicio le ayudará a poder predecir las posibilidades de riesgo para su salud en los próximos dos años.
Solo tome en cuenta los sucesos de su vida en este último año, y sume los puntajes asignados para cada uno. Le recomiendo imprima este artículo en PDF para hacerlo con calma, usando el ícono que aparece al inicio de esta página.
(Y me disculpo de antemano por la mala alineación de cada ítem, comprenderá usted que de persistir en mis intentos de confeccionar una tabla bien alineada, sin duda me habría estresado)
TEST DE ESTRÉS PUNTOS
Muerte del cónyuge 100 Divorcio 73
Separación marital 65
Prisión 63
Muerte de un familiar cercano 63
Lesión personal o enfermedad 53
Casamiento 50
Despido laboral 47
Reconciliación marital 45
Jubilación 45
Cambios de salud de un familiar 44
Embarazo 40
Dificultades sexuales 39
Llegada de un nuevo miembro a la familia 39
Reajuste comercial 39
Cambio en su estado financiero 38
Muerte de un amigo muy querido 37
Cambio en número de discusiones con su cónyuge 34
Gravamen/hipoteca muy alta 31
Levantamiento de hipoteca o préstamo 30
Cambios de responsabilidades en el trabajo 29
Hijo que abandona el hogar 29
Problemas judiciales 29
Destacarse en un logro personal 28
Cónyuge que comienza o deja el trabajo 26
Comienzo o fin del año escolar 25
Cambio de condiciones de vida 25
Cambio de hábitos personales 24
Problemas con superiores en el trabajo 23
Cambio de horarios y condiciones de trabajo 20
Mudanza 20
Cambio de colegio 20
Cambio de actividades religiosas 19
Cambios de entretenimientos 19
Cambio de actividades sociales 18
Gravamen o hipoteca menor 17
Cambio de hábitos para dormir 16
Cambios en la unión familiar 15
Cambios de hábitos alimentarios 13
Vacaciones 13
Navidad 12
Infracciones menores de la ley (por ej. multas de tránsito) 11
RESULTADOS
Si al sumar los sucesos que le han ocurrido en su vida personal en los últimos doce meses, obtuvo un puntaje inferior a 150, usted tiene un 30% de probabilidades de enfermar en los próximos dos años.
Si su puntaje se sitúa entre 150 y 300, dichas posibilidades son del 50%
Si su puntaje se ubicapor encima de 300, tiene usted un 90% de probabilidad de sufrir serios cambios de salud en los próximos dos años.
¿PARA QUÉ ES ÚTIL HACER ESTE TEST?
Si bien existen factores de estrés que no podemos cambiar, ya que hay sucesos de la vida que pueden ser inevitables, conociendo nuestro grado de estrés podemos actuar sobre nuestras emociones, cambiar la perspectiva que tenemos de las cosas, o buscar ayuda.
Podemos desarrollar actividades tendientes a combatir el grado alto de estrés al que pudimos estar sometidos.
Ahora que conocemos nuestro nivel de estrés, en el próximo post veremos las medidas que podemos tomar para disminuir nuestras probabilidades de enfermar por ello, y protegernos.