miércoles, 2 de noviembre de 2011

CÓMO RELAJARNOS Y MANEJAR EL ESTRÉS



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En este último post acerca de estrés, revisaremos el estrés a lo largo de la vida y cuales son las actitudes positivas que usted puede desarrollar para relajarse y manejarlo.


EL ESTRÉS EN LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA VIDA


Si usted es capaz de ayudar adecuadamente a su pequeño hijo a superar los factores estresantes de la infancia, le está asegurando  la mayor posibilidad de manejarse en forma independiente y eficaz ante las situaciones de estrés de la vida adulta.

Cuando los bebés lloran están expresando un estado de estrés, cuya causa no siempre es fácil de identificar.

Algunas reacciones infantiles al estrés son: succiones del pulgar más de lo habitual según la edad, cólicos estomacales, pesadillas, y en los más grandecitos, comerse las uñas, dolor de cabeza u orinarse en la cama (ver enuresis en etiqueta: "Niños")

Se ha demostrado que los bebés requieren estimulación sensorial (cantarles, mecerlos, acariciarlos) y esto es parte del cuidado cotidiano que brindamos a los pequeños.

Los niños que en su infancia han carecido de tales estímulos, cuando crecen, adoptan conductas "primitivas" y poco eficaces para manejar el estrés.

La adolescencia es otra de las etapas claves de la vida de la persona en la que los cambios corporales y las demandas sociales crecientes provocan estrés.

El adolescente está sometido a presiones internas y a presiones originadas en su entorno familiar y social.

Los cambios psicológicos y físicos también generan problemas que el adolescente, orientado y apoyado por sus padres, deberá resolver como un paso previo a su ingreso en la vida de adulto.

Investigadores de la Universidad de Minessota descubrieron que los chicos con más elevado coeficiente intelectual, sin apremios económicos y con una familia bien constituida, controlan mejor su estrés que los que tienen, por ejemplo, padres separados o deben enfrentar algún cambio brusco en sus vidas.
Fue en estos estudios que surgieron  los  datos que luego permitieron afirmar que la familia es un buen apoyo para los  jóvenes en situaciones de estrés.

Hemos referido ya a algunas situaciones generadoras de estrés en la vida adulta.
En la tercera edad, continuar con la vida activa parece ser la mejor prevención de situaciones de estrés.
A este período de la existencia se puede llegar con diversas actitudes, algunas más estresantes que otras:


a- La persona madura continúa individual y socialmente comprometida con lo que le rodea (se adapta al paso de los años)

b- Se desconecta de todas las actividades y "deja pasar la vida" pero a su manera, puede estar satisfecho.

c- Se odia y se culpa a sí mismo por no haber sido mejor (más elegante, nás inteligente o más rico) y no se acepta como es, lo que constituye motivo de gran estrés.

d- Culpa a los demás por no haber logrado sus objetivos o por no haber obtenido una vida mejor: también soporta gran estrés.


LA TENDENCIA AL EXITO


¿Quién no desea, a lo largo de la vida, cosas tales como disfrutar su libertad, sentirse satisfecho, cultivar las relaciones sociales, tener un buen empleo, encontrar un sentido a la vida?

Cada quien a su manera y en medida de sus posibilidades, todos dedicamos nuestros mayores afanes a lograr todo eso que hace a un objetivo común: mejorar la calidad de vida.
Si lo conseguimos, consideramos que hemos alcanzado el éxito.


Se han hecho numerosos estudios sobre este tema, y lo más notable ha sido descubrir que la tendencia al éxito no se asocia con valorers elevados de estrés (Investigación del Instituto Max Planck, de Alemania)

Por otra parte, el experimentar estrés puede aumentar marcadamante sin que, por ello, la imagen del éxito se vea perturbada.
El ser humano conservará su imagen positiva aún cuando se encuentre sobrecargado o en una situación de emergencia.


Otro dato interesante es que, en las mujeres la tendencia al éxito es igual que en los hombres, pero experimentan mayores reacciones de estrés, sin que ello afecte su postura positiva. También aumentan las reacciones al estrés con la edad, permaneciendo invariables la tendencia al éxito y la imagen positiva.


COMO MANEJAR EL ESTRÉS


Ya hemos visto que no todas las situaciones estresantes son perjudiciales y, en ocasiones, pueden incluso resultar ampliamente positivas.
Para la mayoría de la gente, las dificultades de la vida y las presiones del trabajo y del hogar, motivan un sentimiento de ansiedad permanente  que caracteriza su forma de vivir y que es considerado como un estado normal.
Podemos preguntarnos, entonces, para qué necesitamos aprender a manejar el estrés si hemos crecido acostumbrados a él.

El objetivo de conocer más sobre las causas que provocan estrés y aprender a controlarlas mejor, no es tanto para evitar esos factores  estresantes  ya que muchos son inevitables, sino más bien aprender a no reaccionar desmedidamente, lo que nos llevará por un camino más saludable y con mejores perspectivas de futuro.

Hay algunos procedimientos que las personas ponen en práctica para controlar el estrés y que son destructivos.
Las bebidas alcohólicas, por ejemplo, pueden ayudar momentaneamente, pero de ningún modo son una estrategia recomendable. Fumar es otra conducta poco saludable de cara a manejar el estrés.


Veamos ahora lo que sí podemos hacer


ACTITUDES POSITIVAS PARA CONTROLAR EL ESTRÉS


Hable con alguien en quien pueda confiar.

Escápese por un rato: lea un libro, vaya al cine, escuche música, etc.

No escape hacia el comer, fumar o beber alcohol.

No se cargue con más tareas de las que puede cumplir; ponga límites y aprenda a decir NO a las demandas excesivas. Recuerde que si la gente acostumbra a recurrir a usted para todo, es porque usted generó esa impresión en ellos.
Trabaje con usted mismo para que los demás se den cuenta que usted también necesita sus descansos.
En ocasiones, sentimos que si no resultamos imprescindibles a los demás, no podemos sentirnos bien, una necesidad de controlar el entorno para lograr bienestar.
Trabaje en ello, el mundo no terminará para usted ni para los demás porque usted ceda algo del control que suele aplicar en su entorno. 
Incluso puede ser gratificante ver que los demás "también hacen", no tiene que temer por el hecho que los demás hagan tan bien como usted.
Así que valorícese como persona.

Establezca prioridades. Haga una lista de sus tareas necesarias en orden de importancia, y ocúpese de una a la vez.
Resuelva las tareas difíciles cuando se sienta más enérgico, y haga las más simples o que le demandarán menos tiempo después.

No intente ser perfecto. Trabaje con lo mejor de sus esfuerzos y capacidades. Evite criticarse por no lograr una tarea "imposible".
Siéntase orgulloso de las tareas bien hechas, y acostumbrese a aflojar su mandíbula y a reir cuando algo no sale como esperaba.
Cuando revise porque algo salió mal, evite la culpa, y si se puede ría de sus errores. Eso le "aflojará"

Planifique los cambios. Enfrentarse con lo inesperado es estresante.
Evite demasiadas modificaciones al mismo tiempo.

Actúe más lentamente: camine, coma, conduzca y hable más despacio.

Evite o limite las situaciones y lugares ruidosos y las multitudes.
Vaya por las calles laterales (con menos tránsito).
Coma en restaurantes tranquilos, y compre en lugares menos caóticos.

Tómese tiempo para usted y diviértase.
Practique un hobby o algo que lo ayude a olvidarse de los factores 
estresantes del día.
Aprenda a relajarse física y psíquicamente.
Mime su cuerpo: un baño o un masaje facial hacen milagros.

Haga amigos y trabaje para mantenerlos.
Ayude a los demás. No olvide que los demás también intentan dar lo mejor de sí para sentirse bien. Así que cuando otros hacen, acostumbre a valorarlo y a felicitar y agradecer sus acciones para generar esa "corriente positiva" que no tardará en volver a usted, creando un entorno mas amigable y positivo. Elogie en forma genuina, espontánea: le elogiarán en igual forma, y le hará bien a otros y a usted.

Construya una autoimagen positiva: acepte de un modo realista sus capacidades y también sus limitaciones. Haga un buen trabajo. Sea confiable.
Desarrolle un buen propósito en la vida.

Equilibre su vida con trabajo y recreación, con seriedad y risas.

Cuídese: haga actividad física regular, duerma y coma bien. Un cuerpo sano, bien nutrido y ejercitado maneja mejor el estrés que un cuerpo débil y mal nutrido. Tome un buen desayuno y evite las comidas tarde por la noche.
Haga 4 comidas diarias a intervalos regulares. Coma despacio.
Su digestión y su descanso mejorarán.

Las emociones positivas combaten el estrés. Aprenda a perdonar. Ganará satisfacción si lo hace. No sea rencoroso.

Escuche música relajante, suave y tranquila. Los sonidos de la lluvia o de las olas lo son.

Disfrute de buenos cuadros, fotografías, películas, etc.

Evite la automedicación y recuerde que las drogas sólo reducen su resistencia y encubren sus problemas, impidiendo que usted trabaje en otras mejores formas de resolverlos.


UTILICE LAS 3 GRANDES SOLUCIONES:


COMPROMISO: Hacia usted mismo, hacia el trabajo, familia, amigos, valores.

CONTROL: Síenta el control personal sobre su vida.

DESAFÍO: Intente ver los cambios como lo que son en realidad: una

oportunidad de crecer, aprender y avanzar.


No podía cerrar estos artículos sobre estrés sin mencionar al menos una técnica para relajarse.



TECNICA DE RELAJACIÓN


Ubíquese comodamente y afloje su cuerpo lo mejor que pueda.
Para ello respire acompasadamente e intente dejar su mente "en blanco".

Ahora, mientras se relaja, cierre su puño derecho. Ciérrelo cada vez más apretado y estudie  como aumenta la tensión mientras lo hace. Siéntalo.

Continúe experimentando esta sensación de tensión. Percíbala en su puño derecho, mano y antebrazo.

Ahora continúe aflojándose. Haga que los  dedos de su mano derecha se aflojen. Perciba el contraste de estas sensaciones tensión-flojedad.

Ahora déjese ir y trate de relajarse más.

Otra vez cierre, ahora ambos puños, realmente fuerte.

De nuevo relájese; deje que sus dedos se estiren.

Perciba la diferencia una vez más.



Use este tipo de ejercicios cuando se sienta particularmente tensionado. Intente convertirlos en parte de una rutina: cuando llega a casa, o en los momentos que pueda durante el día.
Le resultará útil también para distenderse cuando deba realizar tareas de mucha responsabilidad o presión o si éstas son prolongadas, demandan esfuerzo o gran concentración.
Me gustaría mucho enterarme que lo puso en práctica y conocer que le ha ayudado.