Los niños se encuentran en proceso de crecimiento desde que nacen hasta el final de la adolescencia, por lo tanto, necesitan una nutrición adecuada para formar nuevos tejidos.
En relación con el peso corporal, sus requerimientos de nutrientes básicos son mayores que en los adultos.
Aún cuando las cantidades totales sean menores, un niño de 5 años necesita proporcionalmente dos veces más proteínas, vitamina A, vitaminas B1, B2, niacina y B6 que un adulto de 25 años.
Esto no significa que un niño deba comer lo que come un adulto.
Un pequeño de 1 año, consume cerca de 1150 calorías diarias, a los 3 años el consumo aumentará a 1300 y a los 6, podrá llegar a 1900.
La actividad física desarrollada por los niños tiene, naturalmente, mucho que ver con su apetito y su estado nutricional.
Los más activos necesitan más calorías que los que no lo son.
El niño que luego de 8 horas de escuela dedica el resto del día a hacer actividades escolares o mirar televisión, no llegará, probablemente, "muerto de hambre" a la cena, salvo que padezca obesidad, en cuyo caso la televisión pude aumentar su apetito.
En cambio los niños que hacen una actividad física más intensa luego de la escuela, son los que llegarán con más hambre a la hora de la comida.
Durante los años de la preadolescencia, y a veces también después, muchos chicos tienden a ingerir una selección limitada de alimentos.
A veces llegan a descartar un grupo completo de alimentos, por ejemplo los vegetales, con lo cual aumenta el riesgo de carencias de nutrientes y vitaminas.
Estas situaciones solo pueden resolverse con mucha imaginación y paciencia de los padres.
Hacer que participen de la compra y la preparación de los alimentos también puede ser una ayuda.
CUANDO NO QUIEREN TOMAR LECHE
Para un niño en pleno crecimiento, la leche es una fuente importante de de nutrientes, en especial de calcio, vitamina D y riboflavina.
Pero en muchos casos, ni siquiera el agregado de chocolate u otro sabor logra convencer al niño de tomar leche.
Esta circunstancia no debe ser muy preocupante para la mamá.
Hay que recordar que muchos derivados lácteos pueden reemplazar a la leche, en cantidades adecuadas y aportando los nutrientes requeridos, como el yoghurt y los quesos.
Un recurso útil puede ser agregar la leche a algunas de las comidas favoritas del niño, como budines, panqueques, ciertas sopas, puré de vegatales, flanes, etc.
El problema parece acentuarse en aquéllos niños que padecen una alergia o intolerancia especial desde el nacimiento.
No obstante, estos problemas suele resolverlos el pediatra, indicando alimentos adecuados para suplir a la leche.
VEGETALES Y FRUTAS
Es bastante común que los niños rechacen en general la mayoría de los vegetales que se les ofrecen, llegando a casos extremos donde jamás permiten que algo verde pase a su boca.
Aquí también la solución puede ser disimular los vegetales en las comidas que más les gusten.
De todos modos, este será un recurso temporario, ya que más adelante mejorará la aceptación por este tipo de alimento.
Es importante la variación de los vegetales, no solo en las clases sino en las formas de preparación y cocción.
Las frutas, que suelen tener aceptación de los niños, pueden reemplazar a los vegatales rechazados y son una importante fuente de vitaminas y minerales.
CARNES
En este rubro no suele haber problemas de aceptación. Se deben elegir preferentemente carnes magras, variando entre rojas y blancas, y cuidando de ofrecer también distintas preparaciones.
BEBIDAS, GASEOSAS Y REFRESCOS
La tendencia natural de los niños a los sabores dulces, ha logrado que las bebidas gaseosas reemplacen a la leche y los jugos naturales.
El cambio ha sido notoriamente desfavorable, ya que las gaseosa solo aportan calorías vacías, o sea, sin nutrientes.
Lo recomendable ya que no podemos a veces suprimirlas del todo, es limitar el consumo de esas gaseosas a no más de medio litro diario.
Cuando hay obesidad se las reemplaza por las dietéticas.
DIETA CORRECTA PARA NIÑOS SIN PROBLEMAS DE PESO
DESAYUNO
1 taza de leche con café o té o chocolate
2 rebanadas de pan con dulce o mermelada
o cinco galletitas dulces
o 2 facturas (bizcochos) 2 veces por semana.
A MEDIA MAÑANA (EN EL COLEGIO)
1 vaso de leche
o 1 leche chocolatada
ALMUERZOS
1 porción de carne roja (2 o 3 veces por semana)
o pollo (1 o 2 vecespor semana)
o pescado ( 1 o 2 veces por semana)
o pasta con jamón o pollo (1 o 2 veces por semana)
o guiso con legumbres y papa ( 1 o 2 veces por semana)
Guarniciones para acompañar las proteínas
Puré de papas o batatas
o puré amarillo,
o espinacas con salsa blanca,
o 1 porción de vegatales cocidos con huevo y queso,
o ensalada de vegetales crudos.
1 fruta cítrica o flan de crema o dulce de leche (arequipe, cajeta, manjar blanco) o 1 porción de postrecitos de leche.
MERIENDAS
Similar al desayuno o jugo de frutas licuado,
o 1 porción de leche con avena y azúcar,
o 1 tostada de jamón y queso con leche o café con leche o chocolate,
o 1 porción de torta o budín (2 veces por semana)
CENAS
Mayonesa de ave o de pescado,
o salpicón de jamón o lomito con papas, arvejas y zanahoria,
o tortilla de papas o verduras,
o tarta de verduras y queso
o pizza (1 vez por semana)
o arroz con pollo o queso
o empanadas de cualquier tipo al horno (1 vez por semana)
o milanesa napolitana con papas fritas
o 1 porción de pasta con salsa blanca
1 fruta
o helado
o arroz con leche
ALIMENTOS NECESARIOS PARA EL CRECIMIENTO NORMAL
LECHE -1/2 a 1 Litro por día
QUESOS
Y PRODUCTOS LÁCTEOS -complemento
HUEVOS - 2 a 3 por semana
CARNES -rojas: 4 veces por semana entre 60 y 90 gs.
-pollo: 2 veces por semana
-pescado: 1 a 2 veces por semana
-hígado: 1 vez por semana
PAPAS -1 por día
VERDURAS -coles o espinaca: 1 taza por día o
4 veces a la semana.
-otros vegetales: 1 ración por día
FRUTAS -cítricas: 1 por día
-otras: 1 o 2 por día
PAN -4 a 6 rebanadas por día
PASTAS - 1 o 2 veces por semana
ACEITE DE MAIZ -1 a 2 cucharadas por día
POSTRES, AZÚCARES
Y JALEAS -cantidades necesarias desde el
punto de vista calórico
LEGUMBRES -2 veces por semana
CEREALES -arroz u otros: 2 veces por semana
En las próximas entradas veremos cual es la dieta correcta para los niños con problemas de obesidad, y también el aporte nutricional en la dieta hipercalórica que deben recibir los niños que se encuentran delgados.
