Por estos días, he recibido la consulta de un lector acerca de cómo elaborar un tríptico y así difundir información relacionada a un tema concreto de salud.
Comenzaré por definir qué es un tríptico, para luego hacer referencia a algunos de sus posibles usos y a la utilidad que, como recurso, nos puede brindar cuando trabajamos en Educación en Salud. También señalaré algunos elementos básicos a tomar en cuenta en su confección, para organizar la información y para que cumpla el cometido para el cual lo elaboramos.
Un tríptico es un folleto que se dobla en 3 partes, comúnmente del tamaño de una hoja de tamaño carta, que se doblará horizontalmente, aunque el tamaño de la hoja va a depender de la información que incluyamos en él.
Con relación al contenido y tomando en cuenta el formato, un tríptico en Salud puede usarse como:
Un recordatorio de los aspectos más relevantes de una enfermedad que podemos prevenir con ciertos cuidados.
Un elemento de rápida distribución en los casos en que se necesita informar a las personas acerca de una determinado problema de salud que se está presentando en la comunidad.
Así, ante brotes de enfermedades tales como el dengue, influenza, u otros, se puede utilizar un tríptico para notificar a la gente de cuáles son las medidas que deben tomarse para evitar contraer la enfermedad. Así, describirá la enfermedad brevemente, hará una referencia a los signos y los síntomas, y señalará en forma concisa, cuáles son las formas en que la población debe cuidarse.
Ello facilita que en la comunidad, las personas que aún se mantienen sanas puedan en forma rápida iniciar medidas que contribuyen a que ese brote no se extienda.
De lo anterior, se deduce que el tríptico es un recurso muy útil, ya que nos permite reforzar los aspectos más relevantes, aquéllos que las personas pueden fácilmente recordar para cuidar su salud. Incluso, cuando los entregamos al final de una actividad educativa, ayuda a que la información que transmitimos a los participantes no sólo la recuerden, sino que ésta pueda retransmitirse cuando dichos participantes comparten esa información con personas que no llegaron a asistir a nuestra actividad.
ORGANIZACIÓN
Luego de doblar la hoja en tres partes, se obtendrán tres caras externas, y al desplegarlo tendremos tres espacios internos delimitados donde ubicaremos la información. Al dorso, en el área central de los tres espacios externos, tenemos una contraportada.
En la cara exterior, en el espacio 1, que es el primero que la persona visualiza, se incluye el membrete de la Institución que confeccionó el tríptico. Esta será nuestra portada.
Siendo que algunas veces en las escuelas, se les pide a los niños confeccionar un tríptico, entonces en la portada ubicaremos el nombre de la Escuela. También diremos si ese material surgió del 3º A, o del 5º C, etc, esto significa que tanto la Escuela a la que pertenecemos como el grupo que se encargó de preparar la información, debe aparecer en nuestro membrete en la portada. Este membrete suele ubicarse en el margen superior izquierdo, otras veces se destina el borde superior para ubicarlo.
En la portada también colocamos un título que exprese el tema sobre el que trata nuestro tríptico. En cuanto a la ubicación del título, este puede ser central, a veces se coloca en forma diagonal o se usa un tipo de letra llamativa. En ocasiones el título ocupa casi toda la portada en letras grandes.
Podemos incluir alguna ilustración, foto o caricatura. Incluso el título puede aparecer en forma de pregunta por ejemplo: ¿Qué es la diabetes? o ¿Cómo puedo evitar los accidentes?
El lenguaje que utilizamos en el título debe ser fácilmente comprensible. A veces se crean ciertos "slogan" que pueden resultar muy útiles cuando el tríptico se orienta a un grupo especial de destinatarios. Eso implica buscar alguna manera de que ese grupo al que nos dirigimos se sienta identificado, no sólo porque el tríptico responde a una problemática de la que él o ella necesitan informarse, sino porque los términos que usamos en el título les son familiares.
Sería bueno que nuestro título aparezca en un color llamativo, que destaque del color de fondo de la hoja. También es útil que nuestro título sea breve, contundente.
En definitiva, debemos tomar en cuenta que cuando alguien lo recibe se sienta con deseos de abrir el tríptico, para continuar leyendo acerca de ese tema que nosotros planteamos.
CONTRAPORTADA
Antes de hacer referencia al contenido del tríptico en su parte interna, prefiero considerar la contraportada. La razón por la que alteré el orden y no refiero antes a la información central tiene un fundamento.
Es bastante frecuente que las personas, cuando toman un tríptico y ven la portada, en lugar de abrirlo, de inmediato le den la vuelta, y lo segundo que ven entonces es la contraportada. Quizás no lleguen a abrirlo y lo descarten. Si la portada no me llamó la atención y cuando le doy la vuelta, en la contraportada no veo nada más que me atraiga o que me impulse al menos a conservarlo por si acaso...yo también lo descartaría.
¿QUÉ INCLUIR EN LA CONTRAPORTADA?
En forma habitual se suele incluir en la contraportada los lugares donde las personas pueden solicitar ayuda si tienen dudas o si presentan algunos de los síntomas del problema de salud que referimos en el triptico.
Se ubican allí las direcciones de interés y los teléfonos.
Si existe una línea telefónica de acceso gratuito es útil que se destaque. Si hay una dirección web o un mail de contacto para mayor información, también se agrega.
Se puede incluir un mensaje final que cierre el tema, breve e interesante, o algún aviso que recuerde a la persona la importancia de consultar si presenta ese problema de salud al que hacemos referencia. El ícono que nos avisa que se trata de un material reciclaje, debe estar presente, aunque nuestro tríptico no haya tocado un tema vinculado al ambiente.
Por último puede aparecer nuevamente la Institución que lo emite en una franja inferior de la contraportada, los nombres de quienes se encargaron de la elaboración, logos empresariales o institucionales de quienes actuaron como "sponsor", así como el año en que el material se elaboró, o detalles ya de la empresa que se encargó de la impresión.
CON RELACIÓN A LA INFORMACIÓN
En el interior del tríptico ubicamos la información del problema de salud que planteamos en el título o mensaje inicial. Es frecuente que en el espacio 3 se ubique la definición o concepto de la enfermedad, así como sus signos y síntomas.
El espacio 4 suele usarse para referir a los factores de riesgo o posibles complicaciones de la enfermedad, y en el espacio 5 pueden aparecer los signos a los cuales debemos estar atentos.
A veces, es en el espacio 6 exterior donde se incluyen los signos de alarma u otros, por eso este es sólo un ejemplo y en realidad es conveniente adaptar los espacios a nuestras necesidades, pensando primero en cómo verán nuestros destinatarios la información al abrirlo.
La información que incluimos debe responder al objetivo por el cual lo elaboramos, será entonces acotada al tema. Debe existir cierta unidad o coherencia entre el objetivo que nos formulamos y que motiva la elaboración del material, con el título y la forma en que desarrollamos el contenido que exponemos en él.
Por ejemplo, si mi objetivo es que las mujeres que concurren al Centro de Salud conozcan qué es el test de PAP (Papanicolau) diré que es un estudio simple e indoloro que permite detectar en forma temprana anomalías del cuello de útero que pueden evolucionar al cáncer. No sería necesario extender la información a posibles complicaciones del cáncer de cuello uterino.
CARACTERÍSTICAS
Contiene información básica. Debe "enterar" en forma rápida a las personas del problema. Debe ser conciso. No puede extenderse sino señalar en forma breve, las cosas más importantes que las personas deben recordar.
Se trata básicamente de un folleto, no de un libro, esto debemos tenerlo siempre presente.
Supongamos un tríptico sobre diabetes: si usamos la palabra "polidipsia" no todos sabrán que quiere decir; en cambio si decimos "sed frecuente" eso sí pueden comprenderlo todos.
Si debemos utilizar una sigla, no podemos asumir que las personas adivinarán qué significa dicha sigla, así que colocaremos el significado entre paréntesis. Esto es válido en la primera vez que la sigla aparece en nuestro texto, si debemos seguir usándola, no volvemos a poner el significado, dado que ya se aclaró.
Pero el aspecto más importante, es que el lenguaje que utilizamos debe ser accesible a nuestro "público objetivo", a nuestros destinatarios. Entonces, las palabras que usemos en un tríptico destinado a promover el lavado de mano de los niños, no serán las mismas que podremos usar si ese material lo elaboramos para promover cuidados de la salud de los adultos.
Sin embargo, aquí radica quizás la parte más difícil para confeccionar un tríptico, así como otros materiales de comunicación en Salud.
El tríptico debe informar, y aunque usemos un lenguaje accesible, libre lo más que podamos de términos técnicos difíciles de comprender, habrá que incluir información igualmente rigurosa, que mantenga el concepto de lo que necesitamos transmitir.
Y por afán de hacerlo accesible, no se puede caer en información vaga, que confunda, o que no señale con precisión las cosas que el usuario debe conocer. Cuando no podemos prescindir de ciertos términos, aclararlos, entre paréntesis o no, es una forma de facilitar la lectura y comprensión del tema. Aún así, tendremos que cuidar también la extensión.
Veamos en ejemplos porqué es la parte más difícil:
Lo que en un lenguaje técnico podría ser así: "En las manos se verifica la existencia de microorganismos patógenos. Estos patógenos pueden causar diversas enfermedades"
Podríamos simplificarlo así:
"Muchos gérmenes, presentes en las manos y no visibles a simple vista, nos pueden causar diversas enfermedades"
Y para los niños, así: "En tus manos pueden vivir muchos bichitos. Estos bichitos, son muy pequeños y no podemos verlos, pero pueden enfermarte"
¿QUÉ ES LO QUE UN TRÍPTICO NO DEBERÍA CONTENER?
Información extensa y excesiva sobre un tema de salud.
Información sólo entendible para quienes conocen de terminología médica.
Información imprecisa o que confunda.
Información tan pormenorizada que resulte imposible de recordar.
Letras tan pequeñas que sean difíciles de leer.
Oraciones extensas, escasos signos de puntuación.
Excesos de colores en la parte central donde ubicamos la información y que restan importancia a la misma, desviando la atención.
Fondos de un color que dificulte la lectura de la información.
Mensajes en la portada que sean negativos o que promuevan la lectura por temor. Por ejemplo: "X puede matarte" no es por cierto un mensaje que invite a leer el contenido de un tríptico ni de ningún material en Salud. Y aunque se apela a este tipo de mensaje en muchas campañas de información a la población, existe controversia respecto a si estos mensajes son los más apropiados para los objetivos que persiguen dichas campañas.
Hace poco leí un material cuyo título comenzaba diciendo: "Qué difícil es....etc" Si el título comienza sugiriendo algo negativo o dificultoso, lo difícil será seguir leyéndolo. Él título es lo que capta la atención del destinatario, siempre es mejor un enunciado positivo, aunque hablemos de un tema serio de salud.
Apreciaciones más bien personales sobre un determinado tema. Si hablamos de HIV por ejemplo, debemos evitar que lo personal o moral forme parte de la información que vamos a incluir.
Mensajes que aparecen como censuradores de conductas o que sugieren una imposición o mandato.
Ilustraciones o fotos con personas de una sola raza, o de niños con sólo un color de cabello. Ilustraciones que reflejen o señalen exclusivamente a un sector social, en una problemática que puede afectar a todos los grupos sociales. Ilustraciones de parejas sólo heterosexuales, cuando abordamos algún aspecto de la sexualidad que debe incluir todas las opciones sexuales.
Cualquiera de estos elementos hace que nuestro tríptico pueda ser rechazado por personas que no se sienten identificadas en lo que ven, al percibir en la ilustración que esa información no fue elaborada para ellos, que no se les tuvo en cuenta.
Para cerrar este post, quisiera contar lo bueno de hacer un tríptico alguna vez, así como de elaborar otros materiales de comunicación en Salud.
Más allá de lo que necesitemos informar, podemos explorar nuestra creatividad, utilizar nuestra imaginación, usar bien la información que disponemos, y sentir que ese material puede ser una buena ayuda a quien lo necesite. Eventualmente, esta lectura puede motivar la consulta en un Centro de Salud para que podamos brindarle la atención que merece.
Ojalá este post haya podido dar algunas respuestas a las dudas que se me plantearon. Espero que sirva como una pequeña orientación, para que cualquier material que elaboremos llegue a nuestros destinatarios y logre el objetivo por el que lo creamos: ayudar a mejorar la salud de la comunidad.