Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas, más allá de su orientación sexual, que me recuerdan hoy que soy una mujer y tengo derechos, por ser el Día Internacional de la Mujer.
Agradezco la costumbre de saludarme por este Día 8 de marzo, como también las múltiples muestras de afecto que me dedican por el hecho de ser mujer.
Deseo contar que no me siento particular, ni extraña, ni un ser de otro planeta por ser mujer y menos aún porque sea 8 de marzo.
Si bien he recibido con agrado flores, bombones y otros obsequios, no me resultan algo imprescindible. Los considero una gentileza por mi femineidad o una forma de reconocimiento como persona, pero solo eso.
En sí, me gustan más tales regalos en cualquier otra fecha, ya que tengo la sana o buena o mala costumbre de ser mujer por 365 días.
No me son muy gratos los días que existen para recordarme lo indefensa que soy o puedo ser. Con cierto pesar, diré que tratándose de días malos, prefiero incluso mi cumpleaños...y ya es decir...
En tanto tengamos un Día para recordar que las mujeres tenemos derechos, eso sólo significa que continuamos en inferioridad.
Por eso existe este Día, para movilizar a todas las organizaciones sociales que luchan por la igualdad de oportunidades para las mujeres, y para el recuerdo por parte de los Organismos Internacionales, de la necesidad de hacer algo más por nosotras.
Y cabe que hagan más por una sola y simple razón: es mucho lo que se nos debe en este mundo.
Se nos debe información sobre nuestros derechos, orientación y libertad para decidir por nosotras mismas.
Se nos debe desde la posibilidad de ocupar cargos políticos en igual proporción que los hombres heterosexuales o no, más allá de nuestra propia opción sexual, a la posibilidad de vivir libres de violencia en nuestras casas.
Se nos debe apoyo por parte de los Estados en los casos de separación de nuestras parejas o esposos, por situaciones de violencia en cualquiera de sus manifestaciones, lo cual incluye apoyo a nuestros hijos.
Se nos debe libertad para decidir sobre nuestro cuerpo.
Se nos debe el acceso a una maternidad informada y voluntaria.
Se nos debe apoyo para que nos quedemos con nuestros hijos en casa, en sus primeros seis meses de vida, en lugar de seguir luchando con algunas empresas, para ver que tánto nos permitirán amamantar antes de lograr despedirnos de nuestros empleos.
Se nos debe respeto por la multiplicidad de roles que cumplimos para la sociedad. Sólo por ser mujeres, parece que ser multifacéticas, fuera una obligación.
Se nos debe reconocimiento en unos cuantos países a la labor como amas de casa, lo cual abarca desde beneficios sociales tales como pensión estatal, (derecho jubilatorio), a la distribución igualitaria de tareas en el seno de la familia.
Se nos debe igual sueldo por igual tarea.
Se nos debe un ambiente laboral libre de situaciones de acoso en cualquiera de sus manifestaciones.
Se nos debe aún, en algunos países, condiciones igualitarias de acceso al sistema educativo, en virtud de valores culturales que dificultan la educación de la mujer, aunque exista el intento de los Estados por asegurarlo.
Se nos debe el NUNCA MÁS A LA MUTILACIÓN DE NUESTROS GENITALES YA QUE NO SE PUEDE ADMITIR PARA ESTAS PRÁCTICAS NINGUN TIPO DE ARGUMENTACIÓN QUE SE PUEDA CONSIDERAR VÁLIDA.
Se nos debe igualdad, independientemente de cualquier otra condición, que pudiera actuar como un elemento discriminatorio, añadido al hecho de ser MUJER por el cual ya se nos discrimina.
Se nos debe valorizar por nuestra intelectualidad antes que por usar una falda, por bonitas que nos queden.
Para no seguir con la interminable lista, se nos debe, en definitiva, la abolición y desaparición de tal día del calendario, y sólo en ese momento tendremos una señal inequívoca de que en el mundo SI EXISTE LA IGUALDAD DE GÉNEROS.
Por eso, seguramente nos esperan unos cuantos días 8 de marzo "ayuda memoria"
Me resta señalar que:
No creo "fuertes" a los castigadores del que fuera llamado "sexo débil". Antes bien, los considero cobardes. Sólo por esa causa ha resultado "conveniente" que se nos castigue desde tiempos inmemoriales, YA QUE SE TRATA DE TOMAR RECAUDOS, que surgen desde el miedo a que las mujeres podamos demostrar todavía más lo que somos capaces de hacer.
Quien realmente es fuerte no necesita hacer uso de su fuerza ante quien percibe débil, ya que se sabe fuerte, y por lo tanto no requiere de demostrarlo castigando a nadie, de ninguna forma.
Saludos a todos mis lectores y llegue mi mayor aprecio a quienes me han dicho y dirán, desde el sentido de la amabilidad y me consta que también desde el respeto: "Feliz día, MUJER"