COMPLICACIONES DE LA OBESIDAD INFANTIL
Los niños obesos no solo se enfrentan a un problema estético o a la posibilidad de seguir gordos cuando sean adultos: están expuestos a mayores posibilidades de complicaciones físicas, psíquicas y sociales que los chicos de peso normal.
COMPLICACIONES FÍSICAS
A- Trastornos en los huesos y articulaciones
1- pie plano.
2- desviación del eje de las piernas con aproximación de las rodillas y mayor separación de los pies.
3- mayor predisposición a sufrir desviaciones de la columna vertebral, esto originado muchas veces por el vencimiento del arco del pies que lleva a la columna y la cadera a desviaciones de su posición normal.
4- mayor tendencia a sufrir artrosis en la vida adulta.
No se puede decir que esta enfermedad, caracterizada por dolor y dificultad en el movimientode algunas articulaciones, sea causada por la obesidad, pero es indudable que su aparición se ve facilitada, y sus consecuencias, agravadas por ella.
B- Se estudió la asociación entre la obesidad infantil y aumento de la presión arterial y se llegó a la conclusión que esta es más común entre chicos obesos y se normaliza cuando bajan de peso.
C- Aproximadamente entre el 20 y el 25% de los niños obesos presentan una curva de tolerancia oral a la glucosa alterada. Esta prueba se usa para medir la capacidad del organismo para metabolizar el azúcar.
D- Otro problema importante que pueden presentar los chicos obesos es el aumento del colesterol en sangre que, con los años, puede llevarlos a padecer ateroesclerosis.
COMPLICACIONES PSÍQUICAS
Emocionalmente, los niños obesos están más expuestos a problemas.
Los padres de estos niños tienden a ser sobreprotectores y permisivos.
Los niños crecen a menudo creyendo que son especiales, que deben ser mejores que otros niños.
Esto suele generar en ellos el objetivo de metas poco realistas, difíciles de alcanzar.
Entonces las frustraciones se repiten y muchas veces son calmadas con comida.
http://corresaltaycuidate.blogspot.com/2011/12/obesidad-infantil-parte-1.html
COMPLICACIONES SOCIALES
La gente en general, y los niños en particular, tienen tendencia a rechazar socialmente a los niños gordos, lo cual no hace más que aumentar el sentimiento de inseguridad, baja autoestima e inferioridad en ellos.
En este sentido se realizó una encuesta mostrando a niños de jardín de infantes fotos de chicos con distintos problemas físicos, y los niños obesos fueron los más rechazados.
TRATAMIENTOS
Un régimen de comidas o un tratamiento son exitosos sólo si el paciente LOS HACE.
Para esto hay que tener en cuenta los elementos que los hagan atractivos y sobre todo, posibles.
Dar una dieta determinada para un niño gordo es tratar solamente una parte del problema, y quizás no la más importante.
Hay que ayudarlo también a poder llevarla adelante, para ello es imprescindible la activa participación de la familia y el apoyo de sus maestros y compañeros.
Estos elementos pueden por si solos hacer que el tratamiento sea un éxito o que fracase totalmente.
ASPECTOS QUE DEBEN CONSIDERARSE EN EL TRATAMIENTO
Metas nutricionales y cambios de conducta alimentaria
Cambios en los hábitos de actividad física
El rol de la familia
El rol del colegio
METAS NUTRICIONALES Y CAMBIOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA
El verdadero objetivo de toda dieta o régimen para adelgazar debe ser modificar las "preferencias" del niño orientándolas hacia alimentos nutritivos y poco engordantes.
Hay dos preguntas que se pueden hacer:
¿Puede un niño aprender a elegir los alimentos adecuados?
¿Puede dejar de lado los alimentos más engordantes?
La respuesta es SI, CUANDO SE EMPLEAN LOS MEDIOS ADECUADOS.
No se trata de disfrazarse para lograr que el niño coma más zanahorias.
Pero si se lo intenta con imaginación y paciencia, se logrará más que con la imposición de una dieta que el niño rompe facilmente, consiguiendo comida de otras fuentes: abuela, vecinos, amigos, etc.
CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE ACTIVIDAD FÍSICA
Los niños obesos están frecuentemente avergonzados de su cuerpo y su torpeza para los movimientos.
Esto se ve reforzado por el rechazo de sus compañeros que con frecuencia los dejan de lado cuando se disponen a practicar algún deporte.
No es raro ver que cuando eligen los equipos, el gordo es el último en ser incorporado y siempre se lo manda a la posición menos deseada del juego.
De esta manera el niño que ya tiene una dificultad parael movimiento ve reforzada su tendencia al sedentarismo por la actitud de sus compañeros.
Por esta razón, el ejercicio físico debe ser alentado y modelado sobre la práctica de actividades no competitivas, como caminatas, natación, bicicleta, y en especial, buscando aumentar los movimientosde todos los días, por ejemplo subir escaleras, caminar hasta el colegio y colaborar el las tareas de la casa donde haya que moverse.
Si se le permite permanecer quieto mientras la familai trabaja, se favorecen las actividades negativas, como mirar televisión excesivamente.
Para que estas actividades le resulten más agradables, es importante que los padres participen.
Padres activos favorecen la formación de niños activos.
La actividad física debe representar para el niño obeso la posibilidad de:
a- gastar má energía
b- liberar tensiones
c- adquirir confianza en su propio cuerpo
d- tomar conciencia de sus dimensiones y posibilidades
La actividad física debe entrar al niño de una manera agradable, para que se convierta en un hábito que lo acompañe a lo largo de la vida.
EL ROL DE LA FAMILIA
Para que un tratamiento de la obesidad infantil sea exitoso se debe contar con el apoyo de la familia.
El primer paso debe ser la motivación que tenga el niño para hacer el tratamiento, y en este sentido debe recibir una actitud cálida, afectiva, explicativa y sobre todo, no crítica.
Hay algunos comentarios que usted puede hacerle para ayudarlo:
Saber que otros niños han logrado adelgazar con éxito.
Cuando un niño remiso a adelgazar sabe que otros han podido hacerlo, puede cambiar su actitud y descubrir que hay motivos para imitarles.
Demostrarle que él puede adelgazar en ciertas ocasiones, aún sin que se lo proponga.
Cualquier diversión como ir al cine o jugar en la playa, hace que se olvide de comer porque está distraído.
Esto puede ser usado por los padres para mostrarle por ejemplo, que la lata de galletitas esta llena desde que juega todas las tardes en el parque.
Hay otros comentarios que no debe hacer:
Nunca soborne o compre a su hijo para que siga un programa para adelgazar.
Si se intenta algo de esta manera y el chico no lo puede cumplir, ambos se sentirán mal por el pacto no cumplido y esto puede crear resentimientos.
No intente convencerlo, comparándolo con otros niños o remarcándole sus diferencias o limitaciones.
Evite ridiculizarlo ante amigos y parientes por su gordura. Con esto sólo logrará que se encierre y que coma a escondidas.
OTROS CONSEJOS
Tenga pocos alimentos en la nevera. Y mucho menos de los considerados engordantes. La nevera es una tentación para grandes y chicos.
Poco a poco los padres pueden introducir un hábito alimentario sano: comer sólo en las comidas previstas del día. Pero no cierre armarios ni esconda dulces de manera evidente, eso lo puede resentir más.
No grite ni amenace al niño si no hace dieta. Esto sólo trae como consecuencia que se rebele, y termine comiendo a escondidas, rompiendo así una importante alianza en el éxito del programa.
No le recuerde a cada rato lo que debe comer ni hable todo el tiempo de la gordura.
No espere que su hijo sea perfecto, tiene derecho a cometer errores.
Enséñele que usted mismo como ser humano inteligente, aprende de los errores que comete.
Coma usted correctamente y esto hará que su hijo lo imite.
No se puede pretender que un niño adelgace a costa que se perjudiquen las relaciones padre/madre-hijo ya que esto traerá resultados negativos.
Si con el programa no baja de peso lo más importante es que no engorde.
Si va bajando de peso, aunque sea un poquito, eso ya es bueno.
Propóngale lograrlo, pero no le pida ni exija resultados.
Déle confianza para que se anime a contarle como come, que tipo de comidas y en qué circunstancias.
Quitarle el carácter de secreto y prohibido al tema será muy positivo para todos.
Hay otros aspectos a considerar en el tratamiento del niño obeso.
Uno es el referido a la acitud permisiva que adoptan a veces los abuelos, tíos, o incluso alguno de los padres.
Es el famoso "que coma ese poquito, total qué le va a hacer", o sino, comprarle a escondidas alimentos que engordan.
Hasta parece que buscan una complicidad con el niño para que no cumpla el programa, a veces generan discusiones en la mesa intentando interceder para que se le dé más comida.
La mejor manera de evitar estos problemas es explicar al resto de la familia con decisión y firmeza la necesidad que el niño siga un programa de adelgazamiento, que no se trata de un castigo, sino de un beneficio para su salud.
Esta charla debe hacerse extensiva a los hermanos, que pueden ser importantes aliados en cuanto comprenden la importancia del programa.
Muchas veces los padres creen erróneamente que el problema de obesidad de sus hijos se debe a insuficiencias de su parte.
Aún en los casos en que hubo sobrealimentación manifiesta en la infancia, esto no se hizo a propósito, simplemente respondió a pautas culturales de las que uno no puede sustraerse.
Además la sobrealimentación es otro de los muchos factores de obesidad.
Pero del mismo modo que usted NO es culpable de la obesidad de su hijo, le recuerdo que SI es responsable de tratarlo a tiempo.
EL ROL DEL COLEGIO
Si su hijo come en el colegio, no dude en reunirse con otros padres de chicos obesos, para hablar con las autoridades y solicitar una dieta adecuada.
Tampoco dude en reunirse con los maestros de su hijo para trasmitirles su preocupación y pídales su colaboración.
Esto es particularmente importante con los maestros de gimnasia: algunos pueden no entender la obesidad y por esta razón a veces los niños son objeto de burlas porque no pueden desempeñarse físicamente como los demás niños.
Esto es cruel y hace que escapen a cualquier precio de la clase de gimnasia.
Por eso, muchas veces los padres piden ayuda al médico para que sus hijos sean excluidos de la clase.
No se trata de una solución ya que esto aumenta en el niño el sentimiento de aislamiento e inseguridad.
Si le toca vivir una situación así, aclare sus puntos de vista, pida ayuda y colaboración; seguramente las encontrará.
En algunos casos los maestros pueden actuar como verdaderos colaboradores incentivando el descenso de peso, sobre todo si alientan y valoran los esfuerzos que el niño hace.
POR ÚLTIMO: SI USTED SOMETE A SU HIJO A UN TRATAMIENTO PARA ADELGAZAR Y COMO PARTE DE ESTE LE DAN UNA PASTILLA PARA QUITARLE EL APETITO, O UN PREPARADO QUE COMPRE EN LA FARMACIA...SIMPLEMENTE HUYA, HUYA RAPIDAMENTE!!!
GUÍA DE ALIMENTACIÓN PARA NIÑOS OBESOS MAYORES DE 2 AÑOS
LECHE: 1/2 L de leche descremada
YOGHURT: 1 pote de yoghurt descremado con edulcorante
QUESOS: 1 porción de 80 gs. de los quesos semiduros (Port Salut, fundido bajas calorías, etc)
CARNES ROJAS: 150 gs. diarios hasta un máximo de 5 veces por semana.
HÍGADO: 1 a 2 veces por semana.
POLLO: Sin piel 2 a 3 veces por semana.
PESCADO: 2 veces pos semana como mínimo.
HUEVOS ENTEROS: 3 por semana como máximo
CLARAS DE HUEVO: 7 por semana.
PAN: En lo posible pan integral. Para niños de 2 a 6 años, 2-3 rodajas diarias, para niños mayores de 6 años, de 2 a 4 rodajas.
ACEITE: 2 cucharadas de té por día, uasra aceite de maíz, girasol, soja o uva.
LEGUMBRES: 1 taza de legumbres cocidas 2 veces por semana.
ARROZ INTEGRAL: 3 cucharadas soperas de arroz integral 2 veces por semana.
PAPA/BATATA/MAÍZ O CHOCLO: 1 de tamaño mediano no másde 3 veces por semana cada uno.
FRUTAS: 3 diarias, de las cuales una debe ser un cítrico (naranja, pomelo, mandarina)
VEGETALES: 4 porciones diarias, de los cuales por lo menos 2 deben ser crudos.
BEBIDAS: Agua, agua mineral, soda, gaseosas dietéticas 1/2 L por día y los mayorcitos hasta un litro. Incluir licuados de frutas.
EDULCORANTES: Se pueden utilizar en forma moderada. Sin embargo, es mejor acostumbrar el paladar al gusto natural de los alimentos.