La promoción de remedios y aparatos que no están verificados científicamente se halla muy difundida.
¿Quiénes son las víctimas de los productos cuyo valor no está demostrado? Muchos.
Pero el 60% lo constituyen las personas mayores. Hay tres áreas donde se produce la mayor parte de la charlatanería de los productos médicos: el proceso de envejecimiento, la artritis y el cáncer.
DETENER EL ENVEJECIMIENTO
En una sociedad orientada hacia los jóvenes, ciertos estafadores encuentran fácil la promoción de una amplia variedad de productos sencillamente diciendo que pueden retrasar o detener el proceso de envejecimiento o aliviar condiciones relacionadas con la ancianidad.
De este modo, se venden productos que dicen borrar las arrugas, mejorar la virilidad y hasta algunos para detener la calvicie.
En realidad, no hay preparación que pueda detener el envejecimiento sino un estilo de vida que demore sus características y nos haga vivir esa etapa con plenitud.
CURAR LA ARTRITIS
Los "remedios" para la artritis son un terreno especial porque los síntomas de esta enfermedad tienden muchas veces a desaparecer durante un período de tiempo, por razones desconocidas.
Entonces las personas con artritis asocian esta "mejoría" con el remedio que están utilizando.
Los pacientes artríticos han pagado en la historia dinero por "agua de mar embotellada", medicinas herbales chinas y muchas otras cosas.
No hay cura definitiva para la artritis, pero hay tratamientos médicos serios que ayudan a reducir la inflamación y eldolor y que permiten mayor movimiento.
Estos incluyen drogas que debe recetar el médico, un equilibrio entre descanso y ejercicio y, en algunos casos, implantes quirúrgicos.
CURAR EL CÁNCER
Frente a esto no hay remedios milagrosos.
Siempre se debe consultar al médico especialista.
Recuerde que hoy buena parte de los distintos tipos de cáncer hoy se cura con la Medicina tradicional.
Una de las formas de cuestionar la charlatanería de la salud y de evitar sus peligrosas consecuencias, es dudar seriamente de lo que usted ve y oye en la publicidad.
Siempre es mejor consultar al médico antes de tomar algún remedio.
Los siguientes son algunos trucos que se usan:
Promover una cura rápida o sin dolor.
Promover un producto de una fórmula especial o secreta, generalmente disponible por correo y de un solo dueño o auspiciante.
Presentar historias o testimonios de pacientes satisfechos.
Promover un producto como efectivo para una amplia gama de dolencias.
Afirmar tener la cura para una enfermedad (por ejemplo: artritis o cáncer) aún no resueltas del todo por la ciencia médica.