En el tratamiento de la diabetes, el propósito inical debe ser el de estabilizar la enfermedad, para lograr a continuación que el niño alcance a llevar una vida normal en el terreno físico y psíquico.
Para conseguirlo se requiere de un entrenamiento lo más completo posible del niño y su familia, en todo lo que conscierne a los aspectos prácticos de la terapeútica.
TRATAMIENTO CON INSULINA
El tratamiento se realiza mediante la administración de insulina.
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Por tratarse de una enfermedad que requiere tratamiento de por vida, es de enorme importancia aprender a practicar las inyecciones con una técnica muy cuidadosa, traumatizando los tejidos lo menos posible, y variar cotidianamente los lugares donde se administra por este mismo motivo.
Lo ideal será obtener una glicemia permanentemente normal, con valores previos a la ingesta de alimentos apropiados a la edad del niño, y con valores ligeramente elevados luego de la ingesta. Otro objetivo a alcanzar será una glucosuria (glucosa en orina) negativa y una cetonuria (cuerpos cetónicos en orina) igualmente negativa.
LA DIETA DEL NIÑO DIABÉTICO
Un segundo punto de la terapia del niño diabético es la utilización de una dieta apropiada.
Esta debe proporcionar la energía y los nutrientes adecuados para conseguir una actividad y desarrollo normales, a la par que evite situaciones de hiperglucemia que pudieran ser origen de complicaciones a corto y largo plazo.
Por eso, igualmente se debe evitar mediante la alimentación correcta que se produzcan hipoglucemias.
El reparto de la ingesta de hidratos de carbono a lo largo del día debe hacerse de la forma más equilibrada y uniforme posible.
Es importante aumentar el número de ingestas diarias.
Además de los tradicionales desayuno, almuerzo, merienda y cena, se deben realizar dos ingestas más, una a media mañana y otra en el momento de irse a la cama, alrededor de dos horas luego de la cena.
A veces, esta colación nocturna se realiza entre la merienda y la cena, en lugar de realizarla luego. Conviene esta toma cuando por diversas razones el horario de la cena cambia y se posterga por ciertas actividades, (una salida, por ejemplo) que hagan permanecer al niño mas de tres horas sin alimento entre la merienda y la cena.
La dieta es con frecuencia, el aspecto que junto a la insulina, suele causar más dolor a los padres que se enteran que su hijo, que ama comer dulces, tendrá que limitar la ingesta de muchos de los alimentos que solía comer.
Algunas mamás experimentan sentimientos de culpabilidad con repecto a la aparición de la diabetes en sus hijos, y con frecuencia se lamentan pensando que fue la comida que le ofrecieron lo que motivó la enfermedad.
Estas mamás necesitan que trabajemos con esos sentimientos informándoles que la diabetes de los niños no necesariamente ocurre porque el chico comió dulces y que no son responsables de que el páncreas no esté produciendo insulina.
De hecho, pueden ayudar mucho en el control de la diabetes de su hijo cuando comprenden los aspectos dietéticos que necesitamos modificar para que los niños mantengan valores normales de glucosa.
Alentar a los padres a acudir a las asociaciones que existen en casi todos los países, para ayuda a pacientes diabéticos tambien les favorece.
Estas organizaciones suelen contar con nutricionistas especializados en diabetes, con psicólogos, y lo más importante les brinda la oportunidad de compartir sus sentimientos con otras familias que tienen chicos en idéntica situación.
Les permite comprender que tan común es la enfermedad e interactuar positivamente, para los niños es la oportunidad de nos sentirse solos, y de ver cómo otros niños llevan una vida normal a pesar de la diabetes.
EL EJERCICIO FÍSICO
El último elemento esencial en el tratamiento de la diabetes en la infancia es la realización de ejercicio físico.
Lo deseable es la actividad física de tipo regular y que no sea de tipo competitivo.
El pronóstico de esta enfermedad ha mejorado mucho con relación a la calidad de vida de estos pacientes y su desarrollo general.
Las complicaciones sin embargo siguen siendo el principal problema, y para evitarlas es importante el buen control terapéutico.
Por ello el arma principal que disponemos en el tratamiento de la diabetes infantil es la educación sanitaria para que el niño y la familia conozcan a fondo la enfermedad y sus necesidades de dieta, ejercicio y medicación como pilares para lograr un adecuado control.