PREVENCIÓN DE ACCIDENTES EN NIÑOS: SEGURIDAD EN EL PARQUE DE JUEGOS
Los parques infantiles para que los niños jueguen al aire libre son útiles para que los niños se diviertan, reciban aire fresco y socialicen, pero también pueden convertirse en lugares peligrosos si no estamos atentos.
Los principales riesgos que podemos encontrar en parques infantiles se deben a errores en los planteos constructivos, por instalaciones deficientes o por superficies inadecuadas.
Estos problemas, sumados a la imprudencia tanto de adultos como de niños, son algunos de los que motivan que por año, más de 200.000 niños sean atendidos en los servicios de Urgencia por lesiones vinculadas a accidentes en parques.
Una educación basada en la prevención, dirigida tanto a niños como a los adultos, tanto a los padres, al Personal que se desempeña en el cuidado de estos espacios, así como la capacitación oportuna de los docentes, debe formar parte de la estrategia de las instituciones vinculadas al problema para poder disminuir la incidencia de las lesiones en niños por esta causa.
¿Qué podemos hacer los adultos para disminuir la posibilidad que nuestros niños tengan un accidente en los parques de juegos?
Para lograr disminuir tal posibilidad, debemos centrarnos en tres aspectos que de alguna forma resumen las líneas que debemos desarrollar.
SUPERVISIÓN O VIGILANCIA DE LOS ADULTOS
La supervisión o vigilancia apropiada del juego de los niños en el parque se consigue cuando el adulto está familiarizado con los detalles de la construcción tanto como con los elementos de juego, conoce las condiciones de funcionamiento correcto de cada uno de ellos, así como los materiales más “amigables” o sea, aquéllos que promueven la seguridad del niños mientras se encuentra jugando.
De este primer aspecto se deduce que el segundo pilar de prevención debe enfocarse en la información que deben poseer los adultos para prevenir los accidentes.
INFORMACIÓN ADECUADA
Al evaluar la seguridad de cualquier parque infantil, los factores más importantes a tener en cuenta son las superficies, el diseño y el espacio, así como la inspección y el mantenimiento de los equipamientos.
Estos datos, agregados a algunas medidas simples de seguridad, son parte de la información que los adultos que trabajan en tareas vinculadas al cuidado de niños deben conocer. De igual forma, los padres deben contar con dicha información para hacer más segura la permanencia de sus hijos en los parques y así, conseguir tanto el disfrute de los niños como el retorno a su casa sin sobresaltos.
LA ENSEÑANZA A LOS NIÑOS
Un tercer elemento, el más importante, el que queremos cuidar, son nuestros “pequeños protagonistas”, los niños, quienes también deben aprender desde edades tempranas, cómo cuidarse a sí mismos y a sus compañeros de juego en los parques.
Será menos probable que un niño se lastime cuando conoce qué cosas debe evitar, cuáles son las normas para jugar en el parque, en definitiva saber que “jugar es lo más lindo, pero también para jugar debo tener algunos cuidados.”
SUPERVISIÓN O VIGILANCIA DE LOS ADULTOS
-Asegurarse que los niños siempre cuenten con la supervisión de adultos durante los juegos. Ningún niño debería dejarse solo jugando en un parque.
Los niños pequeños (y a veces también los mayores) no pueden calcular las distancias con exactitud y no son capaces de prever situaciones de peligro por sí mismos.
A los niños más mayores generalmente les gusta poner a prueba sus límites en los parques infantiles, así que es importante que un adulto esté presente para vigilarlos.
-Verificar que los equipamientos de juego sean apropiados a la edad y grado de madurez del niño.
-Observar y corregir el comportamiento imprudente de los niños en cuanto ocurre.
-Cuando los padres observan el comportamiento imprudente de su hijo, es preferible que como una medida que ayuda al niño a comprender un límite, se le retire e interrumpa el juego antes que haya que lamentar tanto que el niño sea imprudente como que se lastime.
Esta actitud por parte del padre o del adulto que cuida al niño se le debe explicar en términos simples, sin levantar la voz ni perder el control: “Te traje aquí porque no respetas las normas del juego como se te enseñó y por eso puedes lastimarte” es una frase que los niños pueden comprender.
Se trata de anteponer una medida de disciplina asertiva hacia el niño, la prueba de los límites por parte del adulto es algo que los niños suelen hacer.
El padre no impone así una medida que sólo consiste en un castigo, estas interrupciones o pausas de reflexión a veces son necesarias, para hacer comprender al niño la importancia de un comportamiento prudente en los juegos. Cuando lo comprende, por supuesto que puede volver a jugar.
-Antes de acudir a un parque infantil, es útil conocer que las zonas de juego están diseñadas para permitir que un adulto pueda ver claramente a los niños mientras estos juegan en todos los equipos.
SEGURIDAD EN EL DISEÑO
Al evaluar la seguridad de cualquier parque infantil, los factores más importantes a tener en cuenta son las superficies, el diseño y el espacio, así como la inspección y el mantenimiento de los equipamientos.
SUPERFICIES
Uno de los factores más importantes para reducir las lesiones por accidentes y su gravedad, cuando los niños se caen de los equipamientos de juego en los parques es que la superficie del suelo sea adecuada.
Es importante que la superficie del suelo en la zona que está debajo de los juegos sea lo suficientemente blanda y gruesa como para amortiguar el impacto de la caída de un niño.
DATOS A TENER EN CUENTA:
El hormigón y el asfalto son considerados materiales peligrosos.
El césped, la tierra y las superficies de tierra compacta también son superficies poco seguras, porque las condiciones del clima y el uso excesivo pueden reducir su capacidad de amortiguar la caída del niño.
Sobre el suelo de los parques infantiles no debe haber agua estancada ni objetos que puedan hacer que un niño se tropiece y se caiga, como piedras, ramas de árboles y raíces de árboles. No debería haber materiales peligrosos, como trozos de vidrio y metales cortantes.
Las superficies que cubre el suelo deben estar rellenas de materiales no compactos como virutas de madera, paja, arena, gravilla o caucho triturado.
También se consideran seguras las superficies de recubrimiento de caucho o de materiales similares al caucho que hayan sido sometidas a pruebas de seguridad.
Las superficies de recubrimiento de caucho y el relleno de virutas de madera permiten el mejor acceso a personas en sillas de ruedas, aunque el relleno de virutas de madera debe cambiarse con mayor periodicidad, debido a que se compacta y pierde algo de su capacidad para amortiguar caídas, además se descompone con mayor facilidad.
Para equipamientos con una altura de 2,5 metros (8 pies) deben utilizarse materiales de relleno no compactos para superficies con una profundidad de 30 centímetros (12 pulgadas)
El material de relleno de estas superficies no debe compactarse, porque esto reduciría su efecto amortiguador.
Ningún material se considera seguro si la altura combinada de los equipamientos de juego y del niño (situado de pie en la plataforma más alta) supera los 3,7 metros (12 pies)
La superficie amortiguadora debe extenderse como mínimo 1,9 metros (6 pies) más allá del área que ocupa el equipamiento de juego.
Puede que se necesite más espacio, dependiendo de lo alto que sea un tobogán o de la distancia hasta la que llegue un columpio.
Si se coloca material de relleno sobre una superficie dura (como asfalto y hormigón), se debe colocar una capa de 7,5 a 15 centímetros (3 a 6 pulgadas) de material de relleno como grava, una capa de tela geo-textil, una capa de material de relleno de superficies y luego un recubrimiento fijo debajo de los equipamientos de juego.
Tenga en cuenta que aunque se utilicen superficies adecuadas para el suelo, no es posible prevenir todas las lesiones. Además, cuanto más alto sean los equipamientos, mayores serán los riesgos de que un niño se lastime si se cae.
DISEÑO Y ESPACIO
Los equipos de juego del parque infantil deben estar pensados para dos grupos diferentes de edades: de 2 a 5 años (niños en edad preescolar) y de 5 a 12 años (niños en edad escolar).
En los parques infantiles más seguros, las zonas de juego para los niños más pequeños están separadas de las de los niños mayores, y existen señales que delimitan claramente cada zona para evitar cualquier tipo de confusión.
Los niños más pequeños no deben de jugar en equipos diseñados para niños mayores, porque el tamaño de estos juegos y sus proporciones no serán adecuados para los pequeños y esto puede ocasionar accidentes. Igualmente, los niños mayores no deberían jugar en instalaciones diseñadas para los niños más pequeños.
Los equipos y espacios de menor tamaño pueden causar problemas a los niños más grandes.
QUÉ DEBEMOS REVISAR
En las superficies elevadas, incluidas las plataformas y las rampas, debe haber barandillas y barreras de protección.
Las estructuras para juegos de más de 76 centímetros de altura (30 pulgadas) deben estar separadas entre sí al menos de 2,7 metros (9 pies).
Los columpios, subibajas y otros equipamientos que tengan partes móviles deben estar situados en una zona diferente al resto de las instalaciones del parque.
Debe haber un máximo de dos columpios por cada estructura de soporte.
Los columpios para los más pequeños con asientos en forma de cesta deben situarse en una zona especial para ellos.
Los columpios deben colocarse con una separación entre sí de como mínimo de 60 centímetros (24 pulgadas), y de 76 centímetros (30 pulgadas) entre el columpio y la estructura de soporte.
Asegúrese que no haya espacios donde pueda quedar atrapada la cabeza de un niño, el brazo o cualquier otra parte del cuerpo.
Todos los accesos a los equipamientos (por ejemplo, peldaños de un escaleras) deben medir menos de 9 centímetros (3½ pulgadas) y tener un anchura mayor de 23 centímetros (9 pulgadas)
Deben revisarse los equipos de juego con partes móviles -como los subibajas o tiovivos- para comprobar que no haya lugares donde un niño pueda apretarse las manos o los dedos.
MANTENIMIENTO
Independientemente si el niño juega en un jardín en su casa o en un parque infantil público, es importante que un adulto revise el equipo para asegurarse de que está limpio y en buenas condiciones.
Los juegos no deben estar rotos.
En los juegos de madera, no debe haber grietas ni astillas.
Los juegos de metal no deben estar oxidados.
Las cercas que rodean un parque infantil público deben estar en buenas condiciones para evitar que los niños salgan corriendo a zonas de los alrededores donde circulen coches. Estos cercos no deberían realizarse con varillas de metal puntiagudo.
Los materiales de la superficie del suelo del parque infantil deben mantenerse en buenas condiciones, comprobando de manera regular que el material de la superficie no se compacte demasiado y que cubra todas las zonas de juego necesarias, especialmente las que rodean los equipos desde donde pueden producirse caídas.
Los juegos de los parques infantiles deben estar hechos con materiales resistentes que no se rompan fácilmente ni se desgasten demasiado a la intemperie.
Asegúrese de que no haya objetos peligrosos (como, por ejemplo, clavos, ganchos, tornillos o puntas afiladas) que sobresalgan del equipo y puedan provocar cortes en un niño o hacer que su ropa se quede enganchada.
Todas las piezas de juego deben estar bien fijadas, sin que haya partes sueltas o rotas.
Los equipos de plástico y de madera no deben tener signos de deterioro, y no deben tener ninguna superficie astillada u oxidada.
Si el parque infantil tiene una zona con arena para jugar, compruebe que en ella no haya desperdicios peligrosos como palitos afilados o vidrios rotos, y asegúrese que en la arena no haya insectos.
Las zonas de arena para jugar deberían cubrirse por la noche para evitar que puedan ser contaminadas por animales, como, por ejemplo, gatos.
Ayude a que el parque infantil se mantenga limpio y seguro recogiendo la basura que pueda haber, utilizando las instalaciones de forma apropiada y comunicando cualquier problema que pueda encontrar al departamento de jardines de su ciudad, pueblo o región, a la escuela o a cualquier organización que sea responsable del mantenimiento del parque infantil.
Si observa que en los equipamientos hay algo roto, que se ha desprendido o que necesite ser reparado, avise a los niños que no deben jugar en esta zona e informe del problema a las autoridades apropiadas.
CÓMO ENSEÑARLES A EVITAR ACCIDENTES
Recomendaciones generales.
La seguridad en el parque y la supervisión de los adultos son extremamente importantes, pero esto sólo es una parte: los niños deben de ser conscientes de las medidas de seguridad y de cómo comportarse responsablemente en el parque infantil.
Nunca deben empujarse ni forcejear mientras jueguen en estructuras para trepar, toboganes, subibajas, columpios o cualquier otro equipo.
Deben utilizar los juegos correctamente: deslizarse por el tobogán sentados con los pies hacia delante; no trepar por fuera de las barandillas de seguridad; no ponerse de pie en los columpios, etc.
Si salen de juego de un salto, deben mirar siempre para comprobar que no haya niños a los que pudieran lastimar.
Cuando salten, deben caer con ambos pies y las rodillas ligeramente dobladas.
Deben dejar las bicicletas, bultos y bolsas lejos de los equipos de juego y de la zona donde estén jugando, para que ningún niño tropiece y caiga.
Los juegos de los parques infantiles no deben utilizarse nunca sin están mojados, porque las superficies estarán resbaladizas.
Durante el verano, los equipos de juego pueden estar calientes, especialmente los toboganes de metal, lo que puede resultar incomodo e incluso ser peligroso.
Habrá que aplicar el sentido común: si el equipo se nota caliente al tocarlo, probablemente no será seguro.
No deben llevar ropa con cordones u otro tipo de cuerdas cuando vayan a jugar al parque infantil.
Los cordones, carteras y collares pueden quedarse enganchados en el equipo y estrangular accidentalmente a un niño.
Se deben aplicar loción protectora solar cuando jueguen al aire libre, inclusive en los días nublados, para la evitar quemaduras de sol.